La tierra.

LA TIERRA

La tierra o sustrato de nuestro huerto es el soporte principal para nuestras futuras siembras, por lo que será fundamental que esté bien nutrida de todos aquellos elementos químicos para el desarrollo de plantas y frutos y limpia de todo elemento no deseable que encontraremos al comenzar a acondicionarla, como piedras, trozos de cristales, materiales plásticos, troncos, etc, etc., muy común en tierras abandonadas durante años o que deciros en parcelas de pueblos o ciudades para acondicionarlas como huertos urbanos.

Una vez limpia deberemos aportar nutrientes para las plantas, por lo que aquel afortunado que pueda conseguir abono orgánico como excrementos de animales tales como ovejas, vacas, caballos, cerdos, gallinas, etc. conseguirá una buena y sana producción de vegetales; los que no, pues tendrán que conformarse con aportar a la tierra abono químico.

Los excrementos de animales hay que dejarlos amontonado durante una buena temporada para que se transformen en abono listo para añadir a la tierra, pues "frescos" queman las plantas. No tengas prisa en tu huerto, disfruta cada minuto y deja que las bacterias y los pequeños animales hagan su trabajo.

Una vez añadido el abono que puedas darle a tu tierra de labor tienes que proceder a labrarlo con una motoazada hasta mezclarlo y dejarla suelta y mullida. Esto debes hacerlo después de una buena lluvia pues la tierra puede estar dura y compactada y la motoazada más que labrar lo que hará será saltar.

Una vez suelta la tierra y sirviéndonos de dos trozos de hierro y una cuerda fina atada a éstos, tensaremos y procederemos a hacer líneas rectas, amontonando la tierra haciendo caballones para luego poder regar entre ellos.

Otra forma de enriquecer la tierra de nuestro huerto es añadiéndole compost o humus producido por la descomposición de residuos orgánicos. Pero para poder tener una cantidad grande de compost necesitaremos de un lugar amplio donde depositarlos y esperar el tiempo suficiente para la descomposición. Yo tengo por compostera la lámina de acero de una vieja piscina desmontable, donde deposito hojas de plantas, recortes de césped, cartón, material del suelo del gallinero, paja, algo de estiércol, etc, etc., lo mantengo húmedo y al cabo de varios meses (lo que tarde en llenarlo) dispongo de un compost atestado de lombrices  y de un color y textura de tierra negra.

También se enriquece la tierra plantando leguminosas como habas, chicharos, etc., que nitrogenan la tierra con sus raíces.
Se pueden emplear también cenizas procedentes de material vegetal, harinas animales, cal apagada para corregir la acidez de la tierra, etc, etc.

Efectuar la rotación de cultivos os ayudara a mantener equilibrado el suelo, para no empobrecer zonas por plantar siempre lo mismo en ellas.

Recordar que a la tierra que no se le agrega nutrientes con regularidad se irá quedando estéril y pobre y nos dará plantas débiles y frutos raquíticos.

Hasta la próxima amig@s.