viernes, 27 de octubre de 2017

El Jopo.

jopo
Jopo en mis lechugas

EL  JOPO




     Estimad@s amig@s, hoy hablaremos de una planta que ataca a algunos de nuestros cultivos del huerto, como habas, guisantes, zanahorias, judías, lechugas, tomates, etc., así como a otros cultivos industriales como el algodón, el girasol,  alberjón,  alfalfa, lenteja, garbanzo, etc. y que produce pérdidas enormes en la agricultura en algunas zonas, como es aquí, en Andalucía, aunque también en toda el área Mediterránea y Oriente Medio. Esta planta holoparásita (absorbe los nutrientes a través de otra planta) llamada vulgarmente jopo, matatrigo o espárrago de lobo; siendo el científico "orobanche spp".

Existen unas 120 especies del genero Orobanche, todas ellas parásitas, que habitan principalmente el hemisferio norte templado.

El jopo puede medir desde unos centímetros, hasta los 80 cm. de alto. Su semilla germina cuando en el suelo existe un alto contenido de agua y una temperatura de entre 13 y 25 grados centígrados y son estimuladas por la presencia próxima de una planta hospedante.

Estas plantas no poseen clorofila, por lo que no pueden sintetizar hidratos de carbono utilizando el anhídrido carbónico atmosférico y la luz solar, así que recurre a parasitar otras para alimentarse; esto lo realiza uniendo sus raíces (vasos conductores) a la de la planta parasitada, dejando a esta sin nutrientes y agua, debilitándola o llegando a matarla. 

Como ya he contado en alguna ocasión, uno de los cultivos que ningún año había dejado de plantar en mi huerto han sido las habas, por ser una delicia para el paladar las pequeñas habitas recién cogidas, así como para nitrogenar el suelo con sus raíces, por lo que iba rotándolas en una zona distinta cada año. Pero debido al jopo (variedad orobanche crenata), que ataca entre otras a las habas y guisante, he tenido que dejar de cultivarlas desde hace ya varios años, porque cuando estaban las matas en su mejor momento, sobre el mes de marzo, llenas de vainas repletas de habitas, surgían a su lado el jopo y las debilitaban tanto que las vainas se secaban y la planta también, perdiendo prácticamente todo lo sembrado.

Al principio salen en el huerto algunas matas de jopo de forma aislada entre los cultivos y no afecta nada prácticamente, pero con el paso de los años la infestación es tal, que salen muchos jopos por cada planta, terminando con ella rápidamente, por lo que al final tomas la decisión de no volver a plantar más esa leguminosa.

El problema del jopo es grave y de difícil solución, pues cada planta genera entre 30.000 y 50.000 semillas (dependiendo del tamaño de la planta), de unos 0,2 mm., y éstas permanecen en el suelo con poder de germinación de 10 a 15 años, o incluso más. Para colmo de males, esta planta va mutando en nuevas razas con los años.

jopoComo medidas ecológicas contra el jopo se proponen la escarda manual del cultivo, o retrasar la fecha de siembra todo lo posible. En honor a la verdad os diré que ni una, ni la otra, me han dado resultados, a pesar de deslomarme arrancándolas antes de que florecieran.

Técnicas como la esterilización del suelo con algunos productos esterilizantes, la solarización o calentamiento de la capa superficial con láminas de plástico en verano, o el empleo de herbicidas, como el glifosato, son los métodos que dan resultado en la lucha contra el jopo, aunque inaceptables para los que tenemos y cultivamos un huerto orgánico.


A la vista de lo anterior, no queda más opción que dejar de plantar, al menos durante bastantes años, aquellos cultivos sensibles a esta plaga, aunque en los últimos años se están consiguiendo variedades híbridas de leguminosas resistentes a la misma.

Bueno compañer@s, espero haberos aclarado en que consiste esta infestación tan dañina en nuestros huertos, que nos impide cultivar algunas de nuestras más queridas y deseadas leguminosas, como habas o guisantes, y perjudicando algunas hortalizas como zanahorias, lechugas, coles, tomates, etc.; aunque esto carece de importancia si pensamos en las pérdidas que acarrea esta plaga para la agricultura en zonas de cultivos extensivos como es mi Andalucía.


Hasta la próxima amig@s.

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viernes, 13 de octubre de 2017

Plaga de Pulgones.

LOS PULGONES



     Querid@s compañer@s, vamos a tratar en esta entrada que nos ocupa hoy, de una de las plagas más comunes en nuestras plantas, tanto de huertos como ornamentales, y es el pulgón, también llamado por aquí piojillos. 

El pulgón o mejor dicho pulgones, porque son innumerables las variedades de este insectos de la familia Aphidae, estimándose unas 4.000 especies repartidas por el mundo, aunque sólo el 1% de estas son muy dañinas. Los tenemos de varios tamaños (max. 3 mm.) y colores (verdes, amarillos, negros, etc); también los tenemos con alas o sin ellas, de plantas o de frutales, etc.

Las principales especies que podemos encontrar en los cultivos son:
    • Capitophorus eleagni o pulgón de la alcachofa.
    • Brevicoryne brassicae o pulgón ceniciento de la col. 
    • Aphis gossypii o pulgón del melón. 
    • Lipaphis erysimi o pulgón del nabo. 
    • Myzus persícae o pulgón del melocotonero.
    • Rhopalosiphum padi o pulgón de los cereales.
    • Sitobium avenae o pulgón del grano.
    • Schizaphis graminum o pulgón verde del trigo.
    • Brachycorynella asparagi o pulgón del espárrago.

El ciclo de vida de este insecto comienza como huevo, que ha estado en una planta durante todo el invierno, saliendo en primavera hembras fundadoras ápteras (sin alas), que todas procrean sin necesidad de machos, que originan varias generaciones de hembras ápteras y con alas. Las aladas colonizarán otras plantas de la misma especie o distinta, según su polifagia (deseo excesivo de comer). En otoño nacerán hembras sin alas y machos alados. Estos individuos sexuados (única generación) se aparean y las hembras ponen los huevos en las plantas y comienza de nuevo el ciclo anual.

Su boca está formada para chupar, teniendo una especie de estilete que clava en los tejidos tiernos de la planta y absorber su savia en grandes cantidades, y el exceso de azucares los excreta, dejando hojas y tallos manchados de melaza. 

Los daños que producen en los cultivos pueden ser directos, pues al chupar la savia debilitan a la planta, sobre todo en los brotes nuevos y tiernos, así como marchitez de las hojas y posterior caída, aborto de flores y caída de los frutos pequeños; asimismo producen enrollamiento y decoloración de las hojas debido al efecto tóxico de su saliva. Afectan tanto a la producción como a la calidad de los frutos del huerto, llegando incluso a la muerte de la planta.

Los indirectos son producidos por el hongo de la negrilla que crece en la melaza que excretan los pulgones, que cubre las hojas e impide el paso de luz y aire, impidiendo a la planta realizar la fotosíntesis. Pero lo peor de todo es la transmisión de virus entre las plantas, que les  provoca enfermedades.

pulgón de la col Aunque atacan a muchas de las plantas y frutales de nuestros huertos y jardines, los principales cultivos que son infestados por los pulgones son: alcachofas, cardos, pepinos, nabos y las coles.



Como todos los seres, los pulgones tienen sus depredadores naturales, que forman la primera barrera de protección de nuestros cultivos, por lo que al utilizar productos contra el pulgón lo hacemos contra ellos al mismo tiempo; aunque también tienen aliados como la hormiga, que los protegen. Estos depredadores y parasitoides de pulgones son, entre otros, los siguientes, en diferentes estados:
  • Coccinella septempunctata 


  • Scymnus spp. 



  • Chrysoperla carnea







  • Aphydoletes aphidimyza

  • Aphidius spp


  • Lysiphlebus testaceipes





Para atraer estos depredadores de pulgones y que se mantengan en nuestros huertos para que nos ayuden contra esta y otras plagas, hay que plantar en algún rincón o zona que podamos mantenerlas durante tiempo prolongado, caléndulas, lobularias, trigo sarraceno o lavanda, por ejemplo.
lobularia

Para luchar contra esta plaga podemos emplear plaguicidas reconocidos en agricultura ecológica por la Unión Europea, como la Azadiractina (neem), Aceites vegetales, Piretrinas (extraidas de Chrysanthemum cinerariaefolium), Cuasia (extraída de Quassia amara), Sal de potasio (jabón suave), Polisulfuro de calcio, Aceite de parafina, o Azufre. Aunque también afectan a la fauna auxiliar de nuestro huerto.

Podemos fabricar en casa nuestros propios productos ecológicos, aunque  nos servirán si detectamos pronto la infestación y son pocos individuos. Dejo algunos de los muchos que existen en la red:
  • Machacar 100 gr. de cebolla, luego se echa en 6 litros de agua, o también machacar medio kilo de hojas y se ponen a remojar durante un día en 8 litros de agua, luego se cuela y se fumiga por las mañanas.
  • Macerar 2 kg. de ortiga en 30 litros de agua durante 5 días, filtrar y asperjar el líquido sin diluir.
  • Diluir una cucharada grande de jabón potásico neutro en medio litro de agua y pulverizar.
  • Quitarlos manualmente si es una planta ornamental, o como yo, con agua a presión sobre las alcachofas, que aunque no los erradica totalmente, disminuye su número.

Bueno compañer@s, para terminar decir que los tratamientos químico afectan tanto a los pulgones como a sus enemigos naturales, pudiéndose producir resistencia del pulgón a los productos químicos de síntesis, sin mencionar la contaminación de planta y suelo, por lo que hay que evitar usarlos; fomentar y atraer a los enemigos naturales a nuestro huerto plantando especies que los cobijen y protejan, y emplear, en cuanto veamos los primeros individuos en nuestras plantas, algún preparado casero y ecológico contra ellos.


Con estas prácticas contribuiremos a mantener la salud de la Tierra y la nuestra.



Hasta pronto amig@s


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