domingo, 20 de diciembre de 2020

Infusión de hojas de laurel como repelente.

INFUSIÓN DE HOJAS DE LAUREL COMO REPELENTE DE PLAGAS




     Hola de nuevo querid@s amig@s. Hoy os traigo una nueva entrada sobre uno de los repelentes que he probado en el huerto y que tiene bastante efectividad sobre plagas, sobre todo contra gorgojos, que en esta época otoñal acuden a mi huerto a comerse las hojas de las brássicas, principalmente de mis coliflores.

Como ya sabéis, no empleo ningún producto químico de síntesis en la eliminación de plagas en mi huerto, por lo que tengo que recurrir a productos naturales que venden para la agricultura ecológica o realizar algún preparado casero con lo que tengo a mano.

gorgojo
Es fácil deshacerte de pulgones, mosca blanca, etc., pero los gorgojos son otra cosa; normalmente realizan ataques nocturnos por lo que no los veremos de día, aunque yo repaso todos los días las plantas cuando son jóvenes y alguno que otro veo y quito de ellas. Por tanto no podemos mojarlos con jabón potásico, por ejemplo, u otros productos de contacto, hay que fumigar las plantas con algún preparado que se quede impregnado en la planta y al comerla los gorgojos estos pasen a mejor vida, como es el caso de aceite de neem, tabaco o piretrinas, pero estos afectan también a la fauna buena, por ello hay que tener cuidado al emplearlos; pero nos queda otra opción que son los repelentes naturales caseros, hechos por nosotros y con un coste muy reducido, y es el caso del que os traigo aquí, el de hojas de laurel.

Para empezar, deberemos de hacernos con una buena provisión de hojas de laurel, pues vamos a necesitar 200 gramos de hojas secas (300 gr. si están verdes) para 10 litros de agua. Si tenemos uno de estos árboles en nuestro huerto o podemos pedirlas a un vecino de parcela es fácil conseguir esa cantidad, pero si tenemos que comprarlo es mejor hacerlo en menor proporción para que nos cueste poco. 

hojas de laurel
Una vez que tengamos las hojas de laurel, que en mi caso tenia secas de la última limpieza de chupones, las ponemos enteras o troceadas en una olla o recipiente resistente al calor. A continuación ponemos a hervir un par de litros de agua en otra olla y se la añadiremos a las hojas de laurel por encima y taparemos, de esta forma haremos una infusión. Dejaremos tapado hasta que se enfríe el agua totalmente.

A continuación añadiremos el resto del agua fría hasta completar los 10 litros, volvemos a tapar y dejaremos el agua con las hojas macerando durante otras 48 horas. Transcurridas las cuales colaremos el preparado, que habrá tomado un color marrón-amarillento claro y con fuerte olor a laurel, que podremos guardar en un lugar fresco o en el frigorífico para utilizar durante varias semanas.

La proporción que emplearemos en nuestras plantas será de una parte de infusión de laurel para dos de agua si la plaga está rondando por el cultivo, o si el ataque es bastante evidente haremos el repelente más concentrado, con una parte de infusión por una de agua. 

Este repelente lo utilizaremos mojando bien las plantas por todas partes cada dos o tres días, preferentemente al caer la tarde, y durante un par de semanas seguidas; luego deja otras dos de descanso antes de volver a aplicarlo si fuera necesario. Yo llevo tratando mis pequeñas coliflores durante varias semanas seguidas porque la lluvia me lava las plantas y al observarlas he visto que algún gorgojo vuelve a las andadas, por lo que vuelvo a fumigarlas a diario si llueve.

Por último decir que además de contra gorgojos puede servirnos contra las plagas más comunes que tenemos en el huerto, como pulgón o mosca blanca y también para alejar hormigas.

Bueno amig@s, espero que utilicéis este magnífico repelente en vuestros huertos en lugar de productos químicos, puesto que el laurel es un condimento utilizado en cocina, no deja residuo alguno y no tiene plazo de seguridad. Es totalmente inocuo para nosotros y nuestros animales, así como para la fauna auxiliar que debemos proteger.

Hasta pronto y sobre todo sed felices.

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martes, 1 de diciembre de 2020

Las cenizas como fertilizante.

LAS CENIZAS COMO FERTILIZANTE





     

     Hola de nuevo amig@s. Una vez más estamos aquí para tratar sobre algún asunto relativo a nuestros queridos huertos, y en esta ocasión vamos a hablar sobre la incorporación de cenizas al suelo de cultivo para fertilizarlo.

Añadir cenizas de biomasa al suelo de nuestro huerto es una manera de restituir nutrientes para los cultivos y que estarán compuestas, en mayor o menor medida según el material de origen, temperatura y las condiciones de la combustión, de los siguientes minerales principalmente: potasio, fósforo, calcio y magnesio, y en menor medida de manganeso, aluminio, azufre, hierro y sodio. Pero lo que no aporta es nitrógeno, el principal elemento que necesitan las plantas para su desarrollo.

En principio, hemos de tener claro que solamente deberemos de utilizar cenizas provenientes de maderas de troncos o ramas de árboles que hayamos talados o podados, restos de malezas o de cultivos de nuestros huertos, sarmientos de vid, serrín, etc., pero nunca de maderas tratadas, barnizadas o pintadas, que aportarán al suelo, y por tanto a nuestros cultivos, minerales pesados como el níquel, cadmio, plomo, cromo, mercurio y otros, que suelen ser muy tóxicos; ni tampoco añadiremos por supuesto plásticos, telas, papel o cartón de propaganda, etc.

Según algunos estudios, las ramas y raíces de árboles son más ricas en fósforo, potasio y magnesio que los troncos y cortezas, siendo estas últimas mejores en calcio, manganeso, aluminio y azufre. También según estudios de Naylor y Schmidt (1986) el efecto máximo fertilizante de las cenizas expresadas en N:P:K: sería, a baja temperatura de combustión, de 0:3:14.

Aunque aparentemente parece que añadir cenizas al huerto es una buena medida, hay que tener siempre presente que tipo de suelo tenemos y sobre todo el pH del mismo, puesto que al estar formadas estas principalmente por óxidos de calcio, magnesio y potasio, con un carácter fuertemente alcalino, aumenta rápidamente el pH, lo que puede hacer que las plantas no absorban los nutrientes que necesitan y no se desarrollen bien, como ya vimos en la entrada sobre este tema. Pulsar aquí para ver.

Si tenemos un suelo ácido, el añadir cenizas es un buen remedio para hacerlo neutro (pH 7), pero esta modificación habrá que hacerla poco a poco y midiendo muy bien el pH, o mandar unas muestras a analizar, para no pasarnos y que se vuelva alcalino.

Las cenizas se pueden emplear también para repeler algunos tipos de insectos-plagas que atacan a las plantas, sobre todo es bueno para impedir el paso y que lleguen hasta las plantas caracoles, babosas y algunos gusanos, simplemente haciendo un cerco de cenizas alrededor de una planta; el problema es que en cuanto se moja esta ceniza deja de ser efectivo. También se hacen preparados insecticidas con agua caliente, cenizas y jabón, que se emplea para eliminar y/o controlar enfermedades fúngicas, ácaros, cochinillas, gusanos, etc.

Como resumen diremos que si empleamos cenizas como abono del suelo, deberemos ceñirnos a usarla una o dos veces al año y en muy pequeñas cantidades.

Bueno amig@s, espero que os haya gustado y servido esta entrada para tener algo más claro que el empleo de cenizas como abono no es algo sin importancia, que se añade y listo, puesto que si no lo hacemos con cuidado y medida, podemos desatar un desequilibrio en el suelo que hará que nuestros cultivos no rindan lo que nosotros deseamos.


Hasta aquí por hoy, cuidaros mucho y hasta pronto. 

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NAYLOR, L.M.; SCHMIDT (1986) Agricultural use of wood ash as a fertilizer and liming material.Tappi Journal 69, 114-119.

martes, 10 de noviembre de 2020

El Algarrobo y la germinación de sus semillas.

 EL ALGARROBO Y LA GERMINACIÓN DE SUS SEMILLAS



     Hola amig@s. En esta nueva entrada vamos a hablar sobre un árbol singular y majestuoso como es el algarrobo (Ceratonia siliqua) y sobre la forma de hacer germinar sus semillas de forma segura y fácil, porque metiéndolas en tierra sin más no lo lograriamos nunca.

Hablando un poco del algarrobo diremos que es un árbol que originariamente procedía de las zonas costeras del Mediterráneo oriental, y diversificado por toda la costa de este mar. 

Es un árbol totalmente adaptado a la escasez de agua (xerófito), de gran porte y copa semiesférica, muy ramificada y densa, con hojas perennes, raíces muy extendidas y especialmente en superficie. Es muy longevo, pudiendo llegar a los 300 años, por lo que su tronco puede tener más de 2 metros de diámetro en estos. Pueden tener tres tipos de flores, masculinas, femeninas y hermafroditas, que se forman en una especie de espigas, dándose la particularidad de que coinciden la floración del año con la maduración del fruto.

Como hemos dicho, es un árbol que necesita poca agua para vivir, pero no resiste el frío, por lo que sólo puede vivir cerca del mar y en alturas inferiores a los 500 metros.

Puede medrar en casi todos los suelos, tolerando bien la salinidad, pero el ideal para este árbol es el calcáreo de consistencia media o suelta, pero nunca que sean húmedos o encharcables porque se pudrirán las raíces.

La posición idónea para plantar un algarrobo será totalmente soleada y aireada.

En cuanto a la poda, es un árbol que no es exigente en su realización, por lo que las limitaremos en principio a su formación, y luego al saneamiento de madera afectada por podredumbres o plagas y de las ramas principales que tienden a descansar sobre el suelo, teniendo muy en cuenta que fructifica repetidamente en madera de 2 o 3 años, por ello las podas deben ser pocas y limitadas a las exigencias de cada árbol.

La forma de propagación del algarrobo se puede realizar por semillas (garrofín) en marzo, por estacas gruesas, acodo aéreo o enterrado, al final del verano, y por rebrotes del pie.

Las plagas y enfermedades que afectan a este árbol son:

  • Oídio.- Ataca a hojas y frutos.
  • Caries o podredumbre roja.- Enfermedad producida por un hongo que descompone la madera hasta hacer un serrín de color rojizo.
  • Podredumbre rosada.- Hongo que afecta a raíces.
  • Podredumbre blanca.- Hongo que afecta a las raíces.
  • Manchas foliares.
  • Larvas de barrenillos.- Ataca a la madera, produciendo debilitamiento de ramas y tronco.
  • Polilla de la algarroba.- Ahuecan y destruyen los frutos recolectados.
  • Algún coleóptero.
  • Pulgones.
  • Cochinillas.

El fruto es la algarroba que es una leguminosa de color verde cuando joven y rojizo a negro cuando madura, allá por el otoño. Es comestible tanto para humanos como para alimento de animales, habiendo quitado mucha hambre en épocas de escasez, como después de nuestra Guerra Civil, en los años del hambre. Con las algarrobas maduras se hacen harinas con alto contenido en taninos, empleándose en la industria farmacológica; pero sobre todo se ha empleado para hacer goma de garrofín con la que se fabrican espesantes, texturizantes y estabilizantes, además de edulcorantes, sucedaneo de cacao, piensos de animales, etc.

Garrofín.
De forma natural los animales al comer las algarrobas ingieren de paso las semillas, y estas pasan por el aparato digestivo y por tanto son sometidas a la acción corrosiva de los ácidos gástricos, por eso al ser expulsadas por el animal germinan fácilmente. Por tanto, si queremos hacer germinar una semilla de algarrobo habrá que someterla a algún proceso parecido para que germine.

Podemos encontrar varias formas de hacer germinar las semillas, que van desde remojarlas en agua caliente y luego fría, dejarlas en agua 10 días, sumergirlas en ácidos clorhidrico o sulfúrico de 20 minutos a 1 hora, etc., pero creo que la mejor, más segura y más fácil de todas es la que describo a continuación, que es el lijado de la semilla:

  • Primero cogemos una lija de grano muy fino y rasparemos la semilla por la parte puntiaguda un poco, sin llegar a raspar mucho para no dañar el embrión, simplemente la punta.

  • A continuación las introducimos en agua corriente durante 48 horas. Al cabo de las cuales se verá que ha aumentado su tamaño.

  • Algarrobo
    Luego las colocamos entre telas o papel mojado dentro de una caja o recipiente y en la oscuridad, para que no pierda la humedad. A los pocos días veremos como comienza a salir por donde raspamos un tallito blanco con unas raicillas.


  • Cuando tenga la raíz crecida ya procederemos a meterla en tierra (la raíz y un poco el tallo) en una maceta pequeña, dejando a los cotiledones fuera. A partir de aquí la trataremos como una planta más, pero cuidando de no pasarnos con los riegos.

Bueno amig@s, espero que os haya gustado y os sirva esta entrada para saber algo más de este precioso y magnífico árbol, así como para poder reproducirlo desde semilla, cosa que no es fácil, pero que es una gran satisfacción cuando lo consigues y los ves crecer.

Hasta pronto y sed felices.

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martes, 20 de octubre de 2020

La Ajedrea.

 LA AJEDREA



     Estimad@s amig@s. Hoy vamos a hablar de otra planta aromática cultivada desde hace miles de años, es nativa desde la zona oriental del Mediterráneo hasta el oeste de la India, y es la ajedrea de huerto (Satureja hortensis), siendo la más conocida y utilizada de las saturejas, también llamada ajedrea de jardín, hisopillo, saborea, tomillo real, hierba olivera, etc.

El nombre genérico, Satureja, deriva de la palabra latina "satura", que significa salsa o guiso, en alusión al uso culinario de esta planta

Esta hierba fue considerada por los antiguos Egipcios, Griegos y Romanos como afrodisíaca, asociándola con seres sobrenaturales y sátiros; y otras culturas lo utilizaron en sus rituales de fertilidad durante el verano, época de floración de la planta. Durante la Edad Media se prohibió su cultivo en los monasterios para que los monjes no fueran tentados a cometer actos impuros.

Las flores de la ajedrea gusta mucho a los insectos polinizadores, sobre todo por falta de flores en la época estival. El poeta romano Publio Virgilio recomendaba plantarlas cerca de las colmenas para dar su gran sabor a la miel.

Esta planta es un pequeño arbusto de la familia de las Lamiáceas, como el tomillo, salvia, menta, melisa, etc., es anual, y en sabor y utilización es prácticamente igual a la ajedrea silvestre (Satureja montana), pero esta última es perenne. Llega a los 40 cm. de altura, con tallos erectos color marrón con pelillos, hojas verdes lanceoladas con pelos cortos, y flores pequeñas blancas, rosadas o violáceas que se darán, según la zona, desde el final de primavera hasta el otoño.

Como su nombre indica, es una planta que se ha cultivado en huertos desde siempre, pero si queremos tenerla bonita y sana, y que crezca bien y compacta, deberemos plantarla a pleno sol, o en un lugar que reciba un mínimo de 6 horas de sol directo al día.

El suelo más adecuado para su cultivo es aquel que drene muy bien, esté aireado y algo fértil, añadiéndole para ello algo de materia orgánica (estiércol, compost, humus de lombriz, etc.). Soporta los suelos algo alcalinos y los secos.

Para su reproducción podemos emplear semillas al final del invierno, plantándolas sobre un sustrato húmedo, pero que queden superficialmente (sin enterrar) y lo pondremos en un lugar muy iluminado y reservado del frío para que puedan germinar en unas dos semanas. Una vez que pasen los riesgo de heladas lo plantaremos en exterior. También podemos plantar las semillas directamente en su lugar definitivo cuando las temperaturas sean más altas.

El riego será moderado cuando lo necesite por falta de lluvias o en verano para que tenga algo de humedad, pero cuidando siempre que no quede encharcado el terreno.

Una vez que alcance unos 12 cm. de alto, ya podremos ir recolectando trozos de matitas para uso en nuestra cocina, para ello pinzaremos por la mitad del tallo, de donde brotarán nuevas ramitas.

A la hora de recolectarla para secarla y tener ajedrea para su utilización todo el año, deberemos esperar a que forme los botones florales, pero la cortaremos justo cuando comiencen a abrir las primeras flores, así conseguiremos que mantenga una gran concentración de aceites esenciales. Las segaremos por la base y haremos unos manojos atados para luego colgarlos en un lugar aireado y a la sombra. Una vez seca ya podremos guardarla en bote hermético para que no pierda aroma. 

Si queremos recolectar nuevas semillas para la próxima temporada esperaremos que la planta muera en otoño y cortaremos las ramitas con las flores secas y las pondremos en una bandeja hasta que pierda totalmente la humedad.

En cuanto a enfermedades, es una planta con pocos enemigos y enfermedades, si no la sometemos a encharcamientos que son letales para la planta.  

La ajedrea ha sido muy empleada en cocina, tanto seca como fresca, por ser una planta muy olorosa, aunque en la hortense es más delicado el aroma que en la ajedrea montana. De sabor agradable, algo acre y picante, que recuerda al tomillo. Se emplea para aromatizar salsas, vinagres, aceites, guisos y potajes de legumbres, que los hace más digestibles, así como para adobar embutidos y carnes de todo tipo, pescados, aceitunas, escabeches, etc.

En medicina tradicional podemos tomarla en infusión (una cucharadita de hojas en una taza de agua hirviendo, tapar e infundir 10 minutos) como digestivo y aperitivo, usándose en indigestiones, diarreas, flatulencias, nauseas, dolor de cabeza y cólicos, asimismo es expectorante y se usa contra dolor de garganta (amigdalitis y faringitis) haciendo gárgaras con una infusión fría. También se emplea su jugo empapado en algodón contra el dolor de muelas por caries, en uso externo contra las picaduras de insectos, loción del cuero cabelludo para evitar la caída del cabello y como linimento o cataplasma para aliviar dolores en las articulaciones. Además es buena contra las infecciones de orina y los parásitos intestinales.

Bien amig@s, para terminar deciros que esta magnífica y olorosa planta es imprescindible entre nuestras aromáticas del huerto, porque además de dar sabor a muchos de nuestros platos en cocina, hará con su aroma que se alejen los pulgones y con sus minúsculas flores atraerán a muchos polinizadores, principalmente abejas, que revolotearán por nuestros cultivos en la irreemplazable misión de polinizar las flores de nuestras hortalizas.

Que todo os vaya bien y hasta pronto. 

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viernes, 2 de octubre de 2020

El acolchado o mulching en el huerto.

EL ACOLCHADO EN EL HUERTO




     Hola de nuevo compañer@s. Vamos a hablar en esta entrada de una forma de proteger los suelos de cultivo de las inclemencias meteorológicas y a la vez de reducir el gasto de agua de riego con la técnica del acolchado, o más conocida en todo el mundo por las palabras inglesas mulch o mulching.

Aunque hoy en día podemos encontrar en el mercado muchos modelos de plásticos para realizar acolchado, incluso biodegradables, no voy a tratar sobre ellos puestos que para mi no son compatibles con huertos orgánicos. Me limitaré a los materiales naturales y que al final de su aprovechamiento enriquecerán el suelo en lugar de ser un problema medioambiental.

Durante las temporada estivales, en zonas con pocas precipitaciones anuales o durante ciclos de sequías, la disponibilidad de agua para riego en campos y huertos depende principalmente de los pozos que extraen agua de los acuíferos, pero estos sufren bajadas en su nivel e incluso llegan a secarse si se someten a una sobreexplotación, por tanto se impone por parte de todos los que nos servimos de ellos hacer un buen uso y poner todos los medios disponibles para no agotarlos, siendo uno de estos medios el acolchado o mulchin.

La técnica del acolchado es tan antigua como la agricultura, y consiste básicamente en tapar unos centímetros la tierra de cultivo con algún material para que los rayos solares, el viento, las altas temperaturas, etc., no incidan directamente sobre ella, evitando la evaporación directa del agua y por tanto la sequedad de la tierra, o también para que las lluvias fuertes no arrastren la capa superior de la misma. En otras ocasiones se emplea para proteger del frío los semilleros, haciendo germinar las semillas en menos tiempo, o para resguardar algunos cultivos de las heladas.

Al mismo tiempo, al sombrear la tierra y hacer que esta no seque, aumenta el número de microorganismos (bacterias, hongos, etc.) y otros seres vivos como las lombrices, que pueden vivir mejor y reproducirse más, y por tanto humidificar en mayor medida la capa superior, aireándola al cavar sus túneles y también hace que el agua se infiltre mejor por ellos, acrecentando por tanto la fertilidad del suelo.

Otras de las ventajas que el acolchado nos brinda es que imposibilita el crecimiento de muchas de las malas hierbas que afectan a los cultivos, dado que bloquea los rayos solares que estas plantas necesitan para su buen desarrollo.

El acolchado se puede emplear, además de en todo tipo de cultivos  de hortalizas, en árboles frutales, principalmente cuando son pequeños o recién plantados.

Para hacer una capa de acolchado podemos emplear muchos materiales como paja, pasto, hojas, viruta de madera, recortes de césped, cortezas de arboles, etc., pero es imprescindible que estén totalmente secos, para evitar transmisión de enfermedades a los cultivos y que no se pudra rápidamente. Para secarlos los dejaremos unos días al sol hasta que veamos que ya no tienen humedad. Es importante colocar el acolchado una vez que las plantas tengan unos cuantos centímetros de altura y sean resistente para evitar taparlas o dañarlas.

El material utilizado en el acolchado, al ser materia 
orgánica, una vez que se ha degenerado y se descompone contribuye con sus elementos al enriquecimiento del suelo, siendo un buen abono orgánico para las plantas, además de hacer más esponjosa la tierra durante el proceso de descomposición.

Como caso práctico os diré que durante los veranos, que aquí en la zona de Cádiz son bastante calurosos y con algunos días de fuertes vientos de levante, tenía que regar mis cultivos de verano de tomates, pimientos, berenjenas, calabazas, etc., cada tres días, pero utilizando el acolchado de paja el número de días entre un riego y otro es de 6 ó 7, por lo que he duplicado los días de la frecuencia entre riegos y por tanto he reducido a la mitad el consumo de agua. Ahí lo dejo. 

Tanto si empleamos riego por goteo o surcos, esparciremos el material a emplear como acolchado de forma que tapemos todo lo posible el terreno, con una capa de uno o dos dedos de grosor. Cuando llenemos los surcos con agua no conviene dar mucha presión para que no arrastre el material del acolchado.


En definitiva, el emplear acolchado en nuestros cultivos nos proporcionará muchas ventajas como:

  • Protección de cultivos y el suelo de agentes atmosféricos (calor, frío, granizo, lluvias, vientos, etc.)
  • Reducción del agua de riego.
  • Impedir la proliferación y desarrollo de malas hierbas.
  • Mantener la humedad de suelo durante más tiempo.
  • Evita que se forma costra superficial.
  • El sistema radicular de las plantas sufre menos por el calor, desarrollándose más y mejor.
  • Impide o reduce el lavado de elementos fertilizantes del suelo por fuertes lluvias.
  • Mejora la textura y calidad del suelo al aumentar la materia orgánica.
  • Favorece la actividad de la microfauna.
  • Protege a los frutos al impedir que toquen la tierra.

Para finalizar diré que había zonas pobres de la Tierra, sobre todo por la escasez de agua, donde antes no se podía cultivar en verano y ahora, gracias a la implantación de esta técnica, tienen excelentes cosechas y pueden alimentar a su población.

Bueno amig@s, espero que os ayude esta entrada porque creo que el empleo del acolchado en nuestros cultivos nada más que tiene ventajas, así que os animo a ponerlo en práctica y ya veréis como una vez que uno se acostumbra a hacerlo no es un trabajo más, es una gran ayuda.

Hasta pronto y cuidaros mucho. 


          

domingo, 13 de septiembre de 2020

Cómo obtener semillas de nuestras propias cebollas.

CÓMO OBTENER SEMILLAS DE NUESTRAS PROPIAS CEBOLLAS






     Hola de nuevo amig@s. Al igual que hemos visto en otras entradas la forma de obtener semillas de diversos frutos de nuestros cultivos, vamos a ver hoy como hacerlo de las alimenticias y beneficiosas cebollas.

Como planta bienal que es, para obtener semillas de cebollas hay que tener en cuenta que estas las producen en el segundo año, es decir, el primer año da fruto y el segundo semillas, así que de las cebollas que cultivamos y guardamos para la temporada, cogeremos las más sanas y bonitas para volver a sembrarlas y así florecerán y obtendremos las semillas.

Como decía, una vez que tenemos las cebollas recogidas de un año, las guardaremos para ir consumiéndolas, y también estas nos servirán para replantarlas, así que llegada la época, normalmente en el mes de enero las pondremos en tierra. Con antelación a la siembra prepararemos el terreno agregándole un poco de estiércol u otro abono natural y la dejaremos muy suelta. Si vamos a regar por medio de surcos haremos unos bancales o caballones donde enterraremos las cebollas, dejándolas cubiertas por la tierra someramente.

Las cebollas que plantamos para obtener semillas no deben de haber brotado antes de ponerlas en tierra, o sea, deben de estar ciegas, además para aquellos que siguen los influjos de la luna en los cultivos, el mejor momento de plantarlas será durante el cuarto menguante.

Una vez plantadas las cebollas las regaremos y mantendremos el suelo siempre con algo de humedad, sobre todo cuando comience la época de calor, porque hasta el verano no podremos recoger las semillas.

En unas cuantas semanas después de ponerlas en tierra comenzarán a brotar los tallos florales, que irán creciendo poco a poco, hasta el mes de mayo que será cuando florezcan en un bonito penacho redondo.
Estas inflorescencias duran bastantes días, hasta que comienzan las calores de verano que harán que vayan formando el fruto (las pequeñas semillas negras) que quedan entre las flores secas.

Una vez que los tallos  están casi secos o secos y comienzan a verse algunas semillas negras hay que cortar las inflorescencias y ponerlas en algún tipo de bandeja para que terminen de secar totalmente y evitar que el viento esparza las semillas y se pierdan.


Cuando veamos que las inflorescencias están bien secas y se deshacen al manipularlas con los dedos, será el momento de separar las semillas de los restos secos de la flor. Con las manos friccionaremos toda la flor seca, quedando las semillitas negras mezcladas con todo lo demás, así que un buen método para separar el "fruto de la paja" es echarlo en un recipiente con agua, así las semillas válidas y que pesan irán cayendo al fondo, y lo que no nos vale quedará casi todo flotando. Con cuidado quitaremos todos los restos que flotan y los desecharemos, y al final, ayudados de un colador u otro tipo de tamiz, sacamos las semillas del fondo y las ponemos a secar a la sombra sobre una bandeja con un trapo o tela. 

Como es verano, al cabo de unos cuantos días ya tendremos totalmente secas y listas para guardarlas en un sobre, bolsita o tarro, que rotularemos con el nombre de la variedad y la fecha de envasado.

Deciros que estas semillas habrá que guardarlas en un lugar sin luz, muy fresco y sin humedad, así las mantendremos aptas para la siguiente siembra, teniendo siempre muy en cuenta que las semillas de cebollas tienen un corto período de viabilidad (2 años), por lo que se recomienda su uso lo antes posible.

Bueno amig@s, como veis el obtener semillas de cebollas no tiene ninguna dificultad y una sola cebolla nos proporcionará cientos de diminutas semillitas para volver a plantar; aunque me reitero en lo dicho en otras ocasiones en lo de guardar semillas de variedades locales, antiguas o de una calidad excepcional, así además de obtener un gran producto lo perpetuaremos en el tiempo, conservándolo para futuras generaciones y evitaremos que se pierda mucho material genético vegetal.

Hasta pronto y cuidaros mucho.


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miércoles, 26 de agosto de 2020

Cultivos determinado e indeterminados del tomate.

 CULTIVOS DETERMINADO E INDETERMINADO DEL TOMATE





     Hola de nuevo amig@s. Hasta donde me alcanzan los recuerdos siempre he escuchado decir a los que plantaban tomates en sus huertos que los iban a sembrar de suelo o encañados, dependiendo de si los dejaban crecer sin más sobre la tierra o los tutoraban con algún tipo de soporte para ir guiando la mata.
Hoy en día es más normal, sobre todo si leemos alguna publicación especializada o hablamos con un ingeniero, llamarlos cultivos determinados o indeterminados, por eso vamos a ver y aclarar en lo posible estas dos formas de cultivar tomates.

Conforme a la forma de crecimiento, las distintas variedades de tomates se separan en dos grupos, que son: las de desarrollo determinado, en la que los tallos finalizan en un ramillete floral que marca el punto donde termina el crecimiento, y las variedades de desarrollo indeterminado, que son aquellas cuyo ápice, ubicado en la parte extrema del tallo, sigue creciendo indefinidamente y se va guiando sobre algún soporte.

Las tomateras en los cultivos determinados se dejan que crezcan sin intervención alguna, dejando que crezcan tanto el tallo principal como los tallos axilares. Todos estos tallos producirán inflorescencias, y el crecimiento de cada tallo quedará detenido después de un número determinado de inflorescencias, normalmente al darse dos consecutivas. 
El crecimiento de este tipo de cultivo se hace a baja altura y compacto, por lo que se les llama tomates de suelo, y suelen tener un periodo de crecimiento corto.
Aunque se pueden cosechar estos tomates varias veces, lo normal es hacerlo una sola vez, porque suelen madurar al mismo tiempo (90 a 150 días después del trasplante), y empleando, en las plantaciones industriales, maquinaria en su recogida.
Este tipo de tomates es el que se emplea para fines industriales, como la realización de conservas enlatadas, zumos, ketchup, etc., y algunas variedades para consumo en fresco.

Durante el cultivo del tomate determinado, las matas terminarán descansando sobre el suelo, con el peligro de que los tomates puedan sufrir pudrición al tocar la tierra húmeda, por lo que es aconsejable en el huerto domestico hacer un acolchado con paja, rastrojo o ramas antes de que los tallos caigan por el peso.
Si los regamos por surco, habrá que ir desplazando este a medida que crezcan las matas, a fin de que permanezcan secos los tallos y los tomates.

Las tomateras en crecimiento indeterminado se produce cuando el extremo superior del tallo crece sin interrupción, o sea, de forma consecutiva, por tanto este crecimiento tiene que ser guiado o tutorado, hasta alcanzar una altura que dependerá del nivel productivo del cultivo (no todas las variedades de tomates dan un mismo número de floraciones). Este crecimiento puede ser deteniendo a través del despunte de este tallo.
Dentro de este tipo de tomates se encuentran la gran mayoría de variedades utilizadas para consumo en fresco.

Esta forma de cultivar tomates se realiza dejando un solo brazo, a lo sumo dos, teniendo que controlar la proliferación de tallos secundarios que nacen en las axilas del tallo principal mediante el destellado o poda. 
A fin de mantener ese tallo erguido y guiado, tendremos que ir aguantándolo sobre algún tipo de soporte, que puede ir desde un encañado tradicional de los huertos hasta un hilo suspendido de un soporte en los invernaderos.

Las etapas por las que pasan las tomateras en crecimiento indeterminado (floración, fructificación y recolección) son más largas que en las de crecimiento determinados, llegando bajo plástico hasta los 300 días.

Los tomates cultivados de forma indeterminada tiene la particularidad de que en la misma mata pueden haber tomates maduros y estar floreciendo al mismo tiempo, por lo que iremos recogiendo los que van madurando, ayudándola así a engordar más las siguientes tandas.  
Estos tipos de tomates se van cosechando de forma manual.

Sin duda las dos formas de producir tomates son buenas, dependiendo de la variedad y para qué queremos los tomates, pues una nos dará todos (o casi) al mismo tiempo a cambio de poco trabajo, mientras que la otra nos irá suministrando tomates durante toda la temporada pero con mucha más dedicación y laboreo.

Bueno amig@s, creo que ahora tendremos un poco más claro estos conceptos sobre el cultivo del tomate según su crecimiento, pero sin duda yo seguiré llamándolos tomates de suelo o tomates de encañar, que es como se les ha llamado toda la vida.

Saludos a tod@s y hasta la próxima. 

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