jueves, 10 de junio de 2021

Insecticida biológico hecho con semillas de Cinamomo

INSECTICIDA ELABORADO CON BAYAS DE CINAMOMO






     Bienvenidos amig@s a una nueva entrada de este blog. En esta ocasión vamos a hablar de un insecticida biológico, pero más concretamente del obtenido de los frutos de un árbol que tenemos por aquí en parques y jardines; concretamente yo los tengo en los jardines de la plazoleta que tenemos bajo las viviendas de mi comunidad. Precisamente fue mi vecino Miguel Ortíz, también aficionado a los huertos, quien me señaló, hace ya unos meses, que las bayas de nuestros árboles eran parecidas a las del árbol del neem (Azadirachta indica), desde entonces he buscado información sobre este árbol, que no es más que el cinamomo (Melia azedarach), que efectivamente es de la familia de las Meliacea, al igual que el árbol del neem.

El cinamomo (Melia azedarach), también llamado por aquí acederaque, es originario del sur y este de Asia, utilizado con fines ornamentales dada su resistencia a las sequías, las heladas y las podas fuertes, y además crece rápido; habiéndose naturalizado en países tropicales y subtropicales.
Este árbol puede medir de 8 a 16 metros de altura, de corteza oscura y hojas caducas, flores violáceas dispuestas en racimos y sus frutos son redondeados, amarillentos y cuando maduran son oscuros y de piel arrugada.
Los frutos son tóxicos por ingestión, tanto para animales como para las personas, pero eso sí, ingeridos en gran cantidad.

El compuesto activo que posee este árbol, y no solo en las bayas o frutos, sino también en hojas y tallos, aunque en menor medida, es el Meliartenin, cuyos efectos en los insectos fitófagos son: insecticida, inhibición de la alimentación, disminución del crecimiento y desarrollo, deformación en individuos de la siguiente generación e inhibición de la oviposición. 

Bueno, aprovechando esta característica tóxica que tienen estas bayas, he preparado con ellas una maceración para hacer un plaguicida.

En el mes de marzo recogí de un Cinamomo que tengo cerca del huerto una buena cantidad de bayas, que por esa época es lo único que le queda al árbol.
A continuación las extendí sobre una zaranda para que secaran a la sombra, y así las tuve durante unos tres meses, hasta que tomaron un color marrón. A continuación las he guardado en una bandeja, en la oscuridad, en interior, a la espera de que apareciera una plaga para hacer la maceración y ver el resultado.

A mediados de abril del siguiente año me ha aparecido, como era de esperar,  una plaga de pulgones negros y verdes en mis plantas de alcachofas, así que he cogido las bayas y las he machacado con un martillo hasta conseguir la cantidad que necesito para hacer la maceración, que fueron 900 gramos de bayas machacadas para 12 litros de agua.

Se dejan macerar en un barreño, con capacidad suficiente para el agua que necesitamos, las bayas y el agua por un período de 24 horas, removiendo el preparado de vez en cuando. El agua comienza a ponerse oscura de inmediato.

Una vez pasadas las 24 horas comenzaremos a filtrar muy bien el preparado, que estará lleno de restos de piel y cáscara de las semillas, por lo que es muy recomendable hacer varias pasadas de filtración, o los restos nos obturarán las boquillas de la mochila de fumigación.
Llenamos la mochila y procederemos a fumigar bien por todas partes las hojas y los tallos afectados por la plaga, que en este caso eran pulgones.

Después de 48 horas he revisado las plantas y aunque no han quedado totalmente libres de pulgones, la disminución ha sido considerable, pero los efectos descritos anteriormente del meliartenin seguirán haciendo su función en los pulgones tratados y siguientes generaciones, con lo que la plaga quedo reducida a unos pequeños focos que controlé con jabón potásico durante las siguientes semanas.

Además de hacer este preparado empleando 75 gramos de bayas machacadas por litros de agua, como hemos indicado, también se puede hacer con alcohol, macerando 300 gramos de bayas en 1 litro de alcohol durante 10 días (en la oscuridad y agitándolo de vez en cuando), se filtra y se diluye una parte del preparado en diez de agua y se aplica en las plantas atacadas, siendo más efectivo este método que con el de agua.

Deciros que según información sobre esta sustancia vegetal, se puede emplear contra insectos fitófagos, pero también se hacen preparados contra hormigas, piojos, pulgas, polillas; teniendo además propiedades antifúngicas, nematicidas y repelente.

Para finalizar añadiremos que aunque es tóxico este preparado, más lo son aquellos que están basados en productos de síntesis química, con la particularidad de que se degrada rápidamente, por lo que después de la aplicación el plazo de seguridad es de unos 4 días, y eso sí, tomaremos medidas protectoras durante la preparación y fumigación en manos, ojos, boca, etc., y la limpieza posterior de todo lo que usemos.

Espero que os sirva esta entrada, pues es un producto que podemos encontrar en casi todas partes y totalmente gratis, siendo muy sencilla y rápida su elaboración.

Saludos y hasta pronto.
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Javier Egea (Ecologistas en Acción) apunta que un cinamomo mediano absorbe 5.969 kg. de CO2 al año (16 kg/día) por lo que elimina las emisiones de 10.373 coches al día.