miércoles, 29 de agosto de 2018

El Melocotonero.

EL  MELOCOTONERO




    Querid@s amig@s, en esta entrada quiero hablaros de un frutal cuyo cultivo ha sido muy tradicional en España, y que es uno de los árboles frutales que tengo en el huerto, que tiene muchísimos años y que a pesar de padecer ataques y enfermedades, sigue resistiendo y dándome unos ricos y bonitos frutos; esta maravilla es el melocotonero, aunque en otro tiempo tuve varios más, entre ellos un par de albérchigos (albaricoques), pero todos sucumbieron poco a poco por culpa de la gomosis y los muchos años que tenían.

Haciendo un poco de historia de este frutal, algunos eruditos nos cuentan que procede de Persia (actual Irán), pues las variedades de melocotoneros actuales tienen su origen en el pérsico (Prunus persica), traído a Occidente, unos que por Alejandro el Grande y otros que por los Romanos; aunque está claro que el nombre de "melocotonero" procede del latín "malus cotonus" (manzana algodonosa); otros nos cuentan que procede de China, y parece lo más acertado, porque es allí donde existen una gran variedad silvestre de este tipo de frutal, habiéndose encontrado recientemente melocotones fosilizados en el sudoeste de este país, datados en 2,5 millones de años, así que poca discusión queda.

Este frutal, en principio mide unos 6 metros de altura, pero hoy en día algunas variedades no sobrepasan los 3 o 4 metros, a fin de ser trabajados y recolectados con facilidad. Su tronco es grisáceo y liso, aunque con los años se pone agrietado y escamoso; es de hoja caduca y éstas tienen forma lanceada, algo aserrada y de color verde intenso. Sus raíces son muy ramificadas y poco profundas. Sus flores tienen un espectacular color rosa, de donde saldrán esos jugosos, dulces y aromáticos melocotones.

El clima para cultivarlo es en las zonas templadas, pero necesita tener un número de horas-frío en invierno para inducir la floración y calor en verano para que su fruta madure. Lo plantaremos a pleno sol y a resguardado de los fuertes vientos. Siendo la mejor época para plantarlo a final de otoño o principios de invierno, así cuando llegue la primavera sus raíces estarán bien asentadas; para ello haremos un agujero en la tierra, le añadiremos compost o mantillo, plantamos y tapamos. A continuación regaremos y si vienen las lluvias pues poco más podemos hacer.
Es conveniente añadirle en su pie todas las primaveras estiércol muy descompuesto para abonar y enriquecer la tierra.

El suelo propicio para el cultivo de este frutal debe ser profundo (sin capas u horizonte de rocas y/o arcilla), donde sus raíces se desarrollen bien, y ligero, que drene el exceso de agua,
Gracias a los injertos en distintos patrones, podemos cultivar melocotoneros en diferentes terrenos. Si el patrón es de almendro o híbrido de melocotonero x almendro, podrá medrar mejor en suelos calizos; si es de ciruelo en suelos más húmedos, o si son francos para evitar la clorosis o los nematodos. 

Este frutal hay que regarlo con regularidad cuando falten las lluvias, pues necesita tener algo de humedad en sus raíces, aunque es sensible al encharcamiento. Desde la fase de floración comenzaremos gradualmente a aumentar los riegos, y sobre todo hacia la maduración del fruto.

La floración varía según la variedad del melocotonero que tengamos y el clima, pero suelen hacerlo desde final de invierno a principios de primavera. Por tanto su fructificación y cosecha será temprana o tardía en función a esta característica, aunque no es una regla general, pues hay variedades que florecen más tarde pero sus frutos maduran antes que otra más temprana en flor. Lo que si es todo un espectáculo ver los melocotoneros en flor. Decir que las flores son autofértiles en la mayoría de  las variedades de melocotoneros, por lo que no hace falta tener varios de ellos en la parcela, ni necesitan de insectos polinizadores, aunque estos ayudan.

En cuanto a la poda, una vez que el árbol este formado, la única que realizo es quitar las ramas entrecruzadas o dañadas, cortar en altura y quitar las puntas o ramitas secas de las ramas principales con los dedos, y poco más.
Otra cosa es la producción industrial donde habrá que podarlos todos los años para que crezcan un número de frutos determinado y el cultivo sea rentable.
Os dejo un enlace de vídeo sobre la poda de producción, bien realizada por entendidos.

El aclareo de frutos es primordial en algunas variedades, pues si dejamos todos los frutos, al final tendremos muchos y pequeños, y forzando mucho al árbol. Un mes después de la floración, cuando el fruto tenga unos 2 cm., iremos quitando algunos, dejando entre uno y otro una distancia algo menor a una cuarta (15 a 20 cm).
Yo no suelo realizar aclareo de frutos en mi huerto, pues de eso se encarga el viento de levante, que algún año ha soplado tan fuerte que todas las frutas terminaron en el suelo.

Este frutal es uno de los que posee mayor número de variedades, más de 2.000, generándose nuevas cada año. Antes de adquirir algún melocotonero para nuestra parcela es recomendable ver las características de cada uno de ellos; principalmente habrá que tener en cuenta el terreno y la climatología de la zona, así sabremos cual se adaptará mejor.
Si florecen muy pronto puede ser atacado por una helada tardía; si el suelo es húmedo tendrá que estar injertado en ciruelo, por el contrario si el seco en almendro; si no hace frío tendremos que adquirir una variedad que necesite pocas horas-frío para florecer; también tendremos en cuenta nuestro propio gusto por melocotones de carne amarilla o blanca, dura o jugosa, nectarinas, paraguayos o pavías, etc. 
Existe además alguna variedad de este frutal, el duraznero (del latín duracînus), siendo muy común en América latina llamar así a los melocotoneros.

Las enfermedades que pueden atacar a este frutal no son pocas, destacando principalmente:

Abolladura
  • Moniliosis.-Hongos que produce podredumbre en los frutos que están madurando, se deshidratan y quedan momificados en el árbol.
  • Abolladura.- Hongo que produce abolladura y enrollamiento de las hojas, con un color amarillo a rojo, que hace que las hojas mueran. Puede debilitar a los brotes y al vigor del árbol. En los frutos también puede provocar abolladuras.
  • Oidio.- Hongo que ataca hojas, brotes y frutos. Capa algodonosa blanca que provoca clorosis y necrosis en las hojas, se abarquillan y caen. Debilitan brotaciones y afectan a los frutos en la piel.
  • Cribado.- Producido por hongos, aunque también se puede deber a factores genéticos o de abonado. Son pequeñas lesiones circulares en hojas que pueden provocar que sequen los brotes.
  • Clorosis férrica.- Amarilleamiento de hojas por falta o dificultad en absorción del hierro. 
  • Gomosis.- Esta enfermedad cuyas causas están poco claras, produce la secreción de savia por todo el árbol, lo debilita y comienzan a secarse ramas. Terminará con la muerte del frutal.
  • Fitoplasmas.- Enfermedades producidas por bacterias parásitas, que son transmitidas al árbol por insectos esternorrincos al succionar savia (pulgones, mosca blanca, etc.). Clorosis, enrojecimiento y enrollado en hojas, necrosis, etc., pudiendo llegar a la muerte del frutal. 
en cuanto a plagas, podemos señalar:
Mosca de la fruta
  • Gusano cabezudo.- El adulto come hojas, pero son las larvas que están en tierra las que causan daño al destruir las raíces.
  • Mosca de la fruta.- Las larvas dentro del fruto devoran y pudren los melocotones.
  • Araña roja.- Pican las hojas y se vuelven marrón, provocando la caída de estas y debilitan al árbol. Disminuye su capacidad productiva.
  • Anarsia.- Larva de una polilla que ataca a los brotes y luego a los frutos.
  • Pulgones.- Succionan savia provocando lesiones en hojas, flores, frutos, etc., además de ser los vectores de entrada de enfermedades (fitoplasmas).
  • Trips.- Las larvas refugiadas en las flores, con sus picaduras provocan cicatrices y deformaciones en frutos recién cuajados. Luego se trasladan a los frutos, antes de madurar, y provocan el daño llamado plateado. 
    Mosquito verde
  • Mosquito verde.- Muy común en la zona sur de la Península Ibérica. Las ninfas succionan savia provocando daños en hojas y brotes tiernos. 
  • Piojo de San José.- Cochinilla con caparazón gris. Sus larvas son amarillas. Se alimentas de la savia, provocando debilitamiento en la planta, seca las ramas y puede matar al árbol.
  • Nematodos.- Gusanos microscópicos fitoparásitos que afectan a las raíces de las plantas, las dañan, se necrosan y mueren, afectando a la actividad del árbol.

Antes de finalizar os diré que la ingesta de esta gran fruta nos porporciona principalmente, una buena cantidad de fibra, algo en vitaminas C y  A, y una buena cantidad de potasio, además de otras vitaminas y minerales en menor medida. 

Bueno compañer@s, por hoy nada más sobre este gran frutal, tan querido en nuestro país, que nos alegra la vista cuando florece y nos deleita el olfato y el paladar cuando comienzan a madurar sus frutos. Así que si podéis y tenéis un lugar donde plantar un melocotonero, aunque sea en una gran maceta, pues hay variedades muy pequeñas, no lo dudéis, la satisfacción está asegurada.


Hasta pronto y que seáis muy felices

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viernes, 10 de agosto de 2018

Cómo recoger nuestras propias semillas de lechugas.

CÓMO RECOGER NUESTRAS PROPIAS SEMILLAS DE LECHUGAS




     Estimad@s compañer@s, vamos a ver hoy como podemos recoger las semillas de nuestros cultivos de lechugas, para tener así un suministro cada año de esa que tanto nos gusta, o de aquella que se da mejor en nuestro huerto, o esa otra que es muy bonita, además de ahorrarnos algún dinerillo o para evitar  que os pase como a mi, que no germinaron unas que compré y perdí tiempo y dinero.

Bueno, pues siguiendo unos cuantos pasos y con un poco de paciencia, nos haremos con una buena provisión de semillas de lechugas para poder utilizarlas durante 2 o 3 años, que es el tiempo normal que se deben guardar, pues más allá pueden perder su viabilidad o disminuir mucho el porcentaje de germinación,  aunque todo depende de la forma y lugar en el que las conservemos.

Para empezar deberemos seleccionar la lechuga que queremos obtener sus semillas, de entre la más sanas y bonitas de las que tengamos plantadas en nuestro huerto, así sus cualidades genéticas serán transmitidas a la siguiente generación.

Una vez seleccionada nuestra lechuga, la dejaremos crecer igual que las demás, pero al no cosecharla comenzará a madurar, a cerrarse y formar el tallo floral, que se produce al alargarse las horas de luz y aumentar las temperaturas; éste se irá espigando y ramificando hasta alcanzar una altura de hasta 1 metro. 
Sobre el tallo floral aparecerán un montón de pequeñas florecitas amarillas. Estas flores se abren por las mañanas, cerrándose cuando el sol las ilumina;  y se irán fertilizando.


Durante este periodo de floración he seguido regando las matas de lechugas cuando el suelo perdía humedad, a fin de que no se sequen, pues por aquí comienza a hacer calor en esta época.  

A los 10 ó 12 días han ido apareciendo los vilanos blancos, que son como una pequeña nube, comienzan a formarse los frutos o aquenios (fruto que envuelve a una semilla) que en dos semanas estarán maduros. Cuando aparezcan los vilanos ya no regaremos más.

Cuando tengamos la mata casi seca y llena de vilanos blancos, es el momento que deberemos empezar a recoger nuestras semillas, antes de que un viento fuerte las tire todas al suelo.

Una de las formas que utilizo para recoger las semillas es la siguiente: coloco una tela muy fina sobre una mesa, luego corto el tallo floral con cuidado y lo pongo sobre la tela y comienzo a apretar los vilanos con los dedos y hago caer todas las semillas. A continuación las paso a un recipiente seco hasta que termine de recoger todas las semillas. Huelga decir que recogeremos las diferentes variedades por separado para no mezclar las semillas.









Terminada la recolección de todas las semillas de una misma variedad, veremos que estas irán acompañadas de restos de vilanos secos y de pequeñas cascarillas, por lo que procederemos a tamizarlas y soplarlas con ayuda de algún tipo de malla o tela metálica de pequeño calibre. Hay que tener cuidado con los ojos al soplar para que no se nos introduzcan pequeños resto y pelusas (lo digo por experiencia).









Una vez tamizadas las semillas, ya no queda más que guardarlas en algún bote, frasco o sobre, que esté seco, lo más hermético posible y en un lugar oscuro y fresco. Es muy importante etiquetarlo, con el nombre y variedad de la lechuga, así como la fecha en que la guardamos.



Antes de finalizar y previamente a guardarlas, os recomiendo hacer un test de germinación para ver si nuestras semillas son viables para futuras siembras. Para ello colocaremos varias semillas en un papel de cocina o tela y las cubriremos, lo humedecemos y lo mantendremos así durante varios días, hasta que las veamos germinar. Tendremos en cuenta que la temperatura influye muchísimo en la germinación de las semillas de lechuga; estando comprendida entre 18 y 21 grados centígrados la óptima, y por encima de 26º C. puede inhibir la germinación (termodormancia).









Bueno amig@s, espero y deseo que esta pequeña entrada haya sido de vuestro agrado y os sirva para producir y obtener semillas de vuestros cultivos de lechugas, que como veis es fácil y requiere poco esfuerzo, a cambio nos ahorraremos tener que comprarlas y podremos intercambiarlas o regalarlas a nuestr@s camaradas de afición.



Hasta pronto compañer@s.

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