jueves, 13 de febrero de 2020

Cultivo de canonigos.

CULTIVO

 DE 

CANÓNIGOS





     Hola de nuevo amig@s. En esta entrada quiero hablaros del cultivo de los canónigos o también llamado hierba de los canónigos; planta más nutritiva que la lechuga, y aunque no está muy extendido hoy en día entre los hortelanos tuvo mucho auge hasta el siglo XIX, cuando fue desbancado por algunos tipos de lechugas de invierno, sin embargo en la actualidad está siendo de nuevo cultivada como verdura para gourmets.

Esta planta cuyo nombre científico es Valerianella locusta, es de la familia de las Valerianáceas, anual y de pequeño porte, que se encontraba silvestre en zonas templadas de Europa, Asia y el Cáucaso, aunque hoy en día está extendida por todo el hemisferio norte templado.

Dependiendo de las especies, la altura puede variar de entre 15 y 30 cm., cuyas hojas crecen en rosetas, color desde el verde claro al oscuro intenso, con formas lanceadas o redondeadas, y flores pequeñas de color azul claro hasta blanco.

Para su cultivo, esta planta no necesita un suelo muy exigente, aunque el idóneo es uno arenoso limoso, con algo de materia orgánica añadida a algún cultivo precedente, porque no necesita mucho abono. Es necesario que drene bien pero que no quede seco.

El clima es fundamental en este cultivo, pues es una planta que gusta de humedad y temperaturas muy suaves, no tolerando ni la sequía ni el calor, que la hará espigarse y emitir el tallo floral. Por tanto deberemos de cultivarla a partir del otoño, por lo menos por aquí en Cádiz, cuando comienza el tiempo a estar más húmedo y fresco, llegando a tolerar temperaturas de algunos grados bajo cero. La exposición por tanto deberá ser a pleno sol si los plantamos en esta época, aunque las cultivan bajo malla de sombreo en algunas zonas menos fría.
Las temperaturas durante la siembra realizada este año han estado comprendidas entre unos 10ºC de mínima y unos 18ºC de máxima durante el día, con alguna semana con unos grados más bajos, y las plantas crecieron perfectamente y a buen ritmo.

La siembra se suele realizar a boleo o a chorrillo, no enterrando mucho las semillas, pero luego tendremos que efectuar un aclareo de plantas, una vez que germinen, para dejar una distancia de unos 15 centímetros entre ellas. Yo he realizado un semillero y luego las he trasplantado al lugar definitivo, sobre pequeños caballones para realizar riego sin mojar la planta, y no he tenido ningún tipo de problemas, por lo que recomiendo hacerlo así para pequeñas siembras, obviando por tanto el aclareo.
Es conveniente tener en remojo las semillas 48 horas antes de ponerlas en tierra, a fin de favorecer la germinación.

En cuanto a los riegos, es una planta con poco desarrollo radicular por lo que necesita bastante humedad en el suelo, pero que nunca quede encharcado, aunque al estar cultivada en otoño-invierno, no tendremos que efectuarle muchas irrigaciones si llueve con regularidad, pero como dije arriba, nunca debe quedar el suelo seco, asi que deberemos estar muy atentos a esta circunstancia caso de falta de lluvias.

Una de las principales labores que deberemos realizar a nuestro cultivo de canónigos es la eliminación de malas hierbas, pues al ser de bajo porte quedarían cubiertas enseguida, no tolerando para nada la competencia de éstas. El mejor método para realizar esta operación es quitarlas con los dedos para no desmenuzar la costra superior de tierra para que quede intacta y por tanto con menos humedad, así evitaremos enfermedades en tallo y hojas.

Al ser una planta muy rústica, no suele tener prácticamente ningún tipo de enfermedad o plaga, aunque un exceso de humedad puede provocar pudrición del tallo, y también pueden atacarla la roya o el oídio
Si todo va correctamente, podremos empezar a recolectar canónigos a partir de 90 días, dependiendo de variedades y climatología, pero si queremos, desde 50 o 60 días podremos ir recolectando hojas poco a poco, o las pequeñas plantitas cortando el tallo por su base. Dado que es una planta que aguanta muy poco, deberemos ir recolectándola a medida que las vayamos consumiendo, y guardándolas en el frigorífico lo antes posible pues pierden su frescor y tersura en un par de días.

Una vez que comiencen el proceso de floración, esta planta deja de ser comestible, pero si queremos conseguir nuevas semillas, bastará con seguir cultivando unas cuantas plantas hasta la primavera, y sobre el mes de marzo/abril emitirá el tallo floral.

Los canónigos tienen un sabor delicado y su olor es ligeramente ácido. Su principal consumo es en fresco, normalmente en multitud de tipos de ensaladas, aunque también se preparan sopas y caldos, tortillas, arroces, pastas y zumos vegetales.  

foto de la web
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Es poco calórico y aporta vitaminas A, C, B6, B9, E y minerales como el yodo, hierro, potasio y selenio, además de ácidos grasos omega-3 y beta-carotenos. Es depurativo de la sangre, facilita la digestión y ayuda a combatir la anemia, mejora la visión nocturna, el cabello, las uñas, es relajante del sistema nervioso, etc.

Como veis amig@s, esta pequeña planta nos puede aportar muchos beneficios a la salud si la consumimos de forma regular, siendo muy fácil su cultivo en cualquier pequeño rincón de nuestro huerto sin darnos muchos problemas, por lo que os animo a plantarlos, y veréis como disfrutáis de tan simple y rústica verdura.

Un abrazo y hasta la próxima. 

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