domingo, 25 de noviembre de 2018

Recolección y secado de orégano.

RECOLECCIÓN Y SECADO DE ORÉGANO





     Hola querid@s amig@s, aunque en su día ya vimos el cultivo de orégano, vamos a ver en esta entrada cómo y cuando efectuar su recolección y posterior secado, para así guardarlo y tenerlo para nuestro uso en casa como condimento durante todo el año, pues seco aumenta su aroma y sabor en las comidas, además de aprovecharnos de sus propiedades medicinales que posee esta magnífica planta.

Para empezar, debemos tener en cuenta que no tiene la misma cantidad de aceites esenciales esta planta durante todo el año, por lo que deberemos esperar la ocasión óptima para su corte, que normalmente será en el momento en que aparecen las sumidades floridas, y justo cuando comiencen a abrir las flores deberemos segar el orégano. Dependiendo del clima y temperatura de cada zona puede haber una variación en la floración de esta planta, por lo que ésta se producirá durante los meses de junio a agosto en el hemisferio norte.

oréganoComo el orégano es una planta perenne, y la podemos tener en nuestros huertos durante muchos años, tenemos que cortarla de forma que aseguremos su rebrote para el próximo año. 
La mejor manera es efectuarle un corte a 5 cm. de su base (tres dedos), aprovechando este momento para aportarle un poco de compost, estiércol muy pasado o humus de lombriz para su abonado.

Una vez que tenemos cortados los tallos con sus hojas y flores, haremos unos pequeños manojos e iremos atándolos con algún tipo de cordel para luego poder colgar, aunque también podemos secar nuestro orégano extendiéndolo sobre una malla, pero esta última forma de secado es para grandes cantidades y mucho espacio.

Cuando tengamos atado el orégano en los manojos, buscaremos un lugar que esté sombreado y que tenga corriente de aire, que como esta operación se realiza en verano, este aire será cálido y favorecerá el secado. En unas ocho semanas me queda totalmente seco mi orégano.

Para saber si ya está seco y listo para guardar iremos tocando las hojitas hasta que se deshagan entre los dedos. Esto nos indicará que está bien seco, porque si lo guardamos con algo de humedad puede crecerle moho y estropearse.


Desataremos los manojos y con la mano iremos deshaciendo hojas y flores, que como están muy quebradizas se hace muy rápido, y las reduciremos todo lo que podamos, quedandonos con el tallo pelado.

Una vez que tenemos bien desmenuzado y sin ramitas nuestro orégano, ya podemos guardarlo en un buen tarro de cristal, y que quede hermético; se le puede poner una etiqueta con el contenido para evitar confusiones y lo conservaremos en un lugar oscuro. Así mantendrá su olor y todas sus propiedades durante al menos un año.


Bien, hasta aquí la recolección y secado de nuestro orégano, y digo "nuestro", porque lo habremos cultivado en nuestro huerto, porque el salvaje, el del campo, está totalmente prohibido cogerlo, por lo menos en Andalucía. 

Además de utilizarse como condimento en cocina, donde nos ayudará a realzar más el sabor de algunos platos o preparados, también lo podemos usar para preparar infusiones contra algunos malestares y afecciones que nos aquejen, pero por no repetir os dejo un enlace por si es de vuestro interés: pulsar aquí. 


Bueno amig@s, como veis es un proceso natural, sano y barato el secar orégano de nuestro huerto o maceta, pero aseguraros que es el que queréis, pues existen muchas variedades que venden por ahí en macetitas, que la verdad, no sirven para nada y os harán perder tiempo y dinero, doy fe.


Hasta pronto y sed felices


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jueves, 1 de noviembre de 2018

Cómo recoger nuestras propias semillas de berenjenas.

CÓMO RECOGER NUESTRA PROPIAS SEMILLAS DE BERENJENAS





     Hola querid@s amig@s, hoy vamos a seguir con la recogida de semillas de nuestros cultivos, para así conservar algún cultivo tradicional, ahorrarnos algún dinerillo o simplemente por el puro placer de cerrar el círculo de los cultivos.

Ya vimos en otras entradas anteriores como conseguir y recoger las semillas de lechugas y rábanos, así que vamos a ver como lograr las de berenjenas en este caso.

Lo primero que haremos será buscar la mata más bonita y lozana de nuestro sembrado, esa que destaca de entre las demás. Esperaremos que tenga sus flores y luego comiencen a engordar las berenjenas, para de entre ellas seleccionar la más precoz y céntrica de la mata, que tenga por supuesto un buen aspecto, tamaño y tersura.

Una vez que le hemos echado el ojo a nuestra preciosa berenjena, lo que deberemos hacer es marcarla con alguna señal para no recolectarla sin querer; pudiendo emplear algún cordón de un color que destaque para que sea muy visible, y lo amarraremos alrededor de ella.

Dejaremos que nuestra berenjena engorde y madure de forma placentera y tranquila en su mata, así transmitirá a sus semillas toda su carga genética. Llegará un momento que comenzará a ponerse de otro color y un poco pasada, y este será el momento oportuno de cortarla de su mata.
Ya tenemos la berenjena madre en el interior donde la dejaremos unos días para que se deshidrate todo lo posible antes de abrirla. 

Para sacar las semillas, cortaremos la berenjena de forma longitudinal en dos mitades, y ayudados por una cucharilla o con los dedos iremos despegándolas de su carne, procurando que las semillas estén lo más limpias posibles, sin restos.


Una vez que hemos sacados todas las semillas procederemos a enjuagarlas bajo un chorro de agua limpia, ayudados de un colador.
Cuando estén bien limpias y sin pulpa, las colocaremos sobre un papel o tela puesto sobre una bandeja, para que sequen muy bien.

Como este cultivo es de verano y hará mucha calor, pues tendremos nuestras semillas secas en pocos días, y listas para guardarlas.

Como siempre, les efectúo antes de guardarlas un test de germinación para comprobar que las semillas son válidas para un próximo cultivo, así no guardaré semillas malas o que germinen pocas, y evitaré sorpresas y retrasos cuando las plante el próximo año.

Para realizar el test simplemente pondremos unas cuantas semillas entre una servilleta doblada y sobre algún recipiente o bandeja, humedecemos las servilleta y tapamos para que no pierda humedad. Pasado unos cuantos días (a mi me tardan dos semanas), las semillas habrán germinado y nos indicarán que son válidas. Caso de que no germinen podemos optar por repetir el test, y si siguen sin germinar la mejor opción es tirar las semillas.

Una vez que hemos visto que las semillas son viables, ya solo nos queda introducirlas en un sobre, bolsita o frasco, donde indicaremos siempre a que hortaliza y variedad pertenecen y esas semillas y la fecha en la que las guardamos. Para terminar, las depositaremos en un lugar a oscuras y fresco, para que así se alargue lo más posible el poder de germinación de las semillas y podamos usarlas durante varios años.

Bien amig@s, como veis más fácil no puede ser el conseguir nuestras propias semillas de los cultivos que plantamos y cuidamos en nuestro huerto, eso sí, guardar principalmente las semillas que sean de variedades tradicionales o eco, pues las hibridadas pierden rápidamente las propiedades iniciales o simplemente no son fértiles. Hay que tender a la agricultura típica de cada zona, con variedades locales y a la biodiversidad de especies, en contraposición a la política de las grandes empresas agroalimentarias que fomentan el cultivo de unas cuantas variedades (las más rentables para ellas), y que seguramente  estarán tratadas y/o modificadas genéticamente.


Hasta la próxima compañer@s.

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