martes, 26 de enero de 2021

Enfermedad de la Esclerotinia en lechuga.

LA ESCLEROTINIA EN LECHUGAS






     ¡¡Hola amig@s!!. He tenido en estos fríos días de enero un ataque de podredumbre blanca en mis lechugas, que aunque no ha sido muy fuerte me ha estropeado varias de ellas, y he pensado hacer una entrada sobre esta enfermedad a fin de que aquellos que aun no la han sufrido en sus cultivos puedan reconocerla rápidamente, para así evitar su propagación por el huerto.

Esta enfermedad está producida por dos hongos que son Sclerotinia scleriorum y Sclerotinia minor, y pueden atacar a una hortaliza cada uno por su lado o los dos al mismo tiempo. Causan una podredumbre blanda de la hoja y acompañada por un moho blanco, por eso también se le llama podredumbre blanca, que es difícil de manejar y erradicar.

Este hongo patógeno del suelo se puede mantener latente en el mismo en los esclerocios, que es una masa compacta y negra de micelio endurecido (como un excremento de ratón) con reservas alimenticias que se forma en los ataques a las plantas, quedando inerte durando 4 ó 5 años, e incluso hasta 10 años según algunos autores,  esperando las condiciones óptimas para desarrollarse y atacar.

El ataque se da normalmente en las hojas basales y que tocan la tierra, que son las que suelen estar estropeadas o deterioradas y por tanto más débiles, penetrando el hongo mejor en estos tejidos de las plantas, aunque también en la raíz. Puede darse en cualquier momento del cultivo el ataque, pero suele ser más probable cuando se está acogollando la lechuga. El sintoma del ataque más claro es el decaimiento o marchitamiento de las hojas externas, colapsando días después toda la planta si el ataque es severo.

La esclerotinia suele aparecer cuando hay mucha humedad persistente en el ambiente y en el suelo, como lluvias seguidas o nieblas persistentes, y cuando las temperaturas bajan de los 20 grados centígrados, con variaciones bruscas de temperaturas. 

Sclerotinia en lechuga.
De los esclerocios emergen una especie de hongo en forma de crema o nieve y emite sus ascosporas que se pueden extender por medio del viento, de salpicaduras del agua de lluvia y su arrastre por el campo, en restos de cultivos anteriores, etc.,  pero también por nuestra culpa al movernos por el huerto y llevar estas esporas en nuestras ropas y calzados.

A fin de evitar esta enfermedad en nuestras hortalizas, podemos tomar algunas medidas preventivas como:

  • Hacer laboreos en el suelo, enterrando con ello los esclerocios que no podrán llegar a las plantas y donde algunos organismos del suelo darán buena cuenta de ellos.
  • Hacer caballones y plantar arriba para levantar las lechugas del suelo donde estarán más aireadas y secas.
  • Separar más de la cuenta las plantas entre si, para que haya más aireación.
  • Limpiar de malas hierbas el cultivo, pues hay algunas como la pamplina (Stellaria media) que está muy pegada a nuestros cultivos y que recoge mucha humedad ambiental, pasándosela a los cultivos.
  • Hacer solarización del suelo en verano con cubiertas trasparentes de polietileno en zonas que hayamos tenido ataques de este hongo.
  • Hacer acolchado entre las hojas basales del cultivo y la tierra.
  • Hacer tratamientos preventivos con fungicidas en zonas propensas a esta enfermedad (con cobre por ejemplo).
  • Hacer tratamientos biológicos basados en hongos antagonistas (Coniothyrium minitans) de la esclerotinia, o con extracto de plantas como la Mimosa tenuiflora americana el Quercus robur (roble) que ayudan a combatir la esclerotinia y otros hongos fitopatógenos.

Bueno, para finalizar deciros que esta enfermedad se puede dar además de en las lechugas en otras plantas hortícolas como zanahorias, patatas, escarola, repollos, tomates, berenjenas, pimientos, berros, judías, guisantes y algunas más.

Bueno amigos, espero que esta entrada os ayude a reconocer esta enfermedad en cuanto se de en vuestros huertos a fin de quitar las plantas atacadas cuanto antes (y quemarlas) y que no se extienda al resto de los cultivos.

Nada más por hoy y hasta pronto. Cuidaros.

        

martes, 5 de enero de 2021

Cultivo del Hinojo de mesa.

Hinojo

            CULTIVO DEL HINOJO DE MESA




     ¡¡Hola de nuevo querid@s amig@s!!. Hace tiempo hablamos en este blog del hinojo silvestre (puse aquí), pero hoy quiero traeros el cultivo que realizo en mi huerto del hinojo de mesa (Foenicum vulgare var. azoricum), que aunque son lo mismo, este último desarrolla unos tallo basales o bulbos impresionantes y deliciosos para aquellos amantes de los gusto anisados. 

Este planta, también llamada hinojo de Florencia o dulce por ser la variedad más conocida, pertenece a la familia de las Umbelíferas, es nativa de la zona mediterránea, por lo que le gustan los climas templados, aunque esta variedad admiten algo más de frío.

Bueno, empezaremos diciendo que la tierra que le conviene a este cultivo es franca o arenosa muy suelta con aportación de materia orgánica, como estiércol pasado, compost, etc., siendo el estiércol el abono que yo suelo echar al suelo en mi huerto; además el terreno deberá drenar muy bien. El pH del suelo debe rondar la neutralidad (pH 7).

Yo hago unos caballones para facilitar el riego caso de pocas precipitaciones durante la temporada, poniendo sobre la cresta la planta, así la separo de la zona más húmeda a fin de evitar ataques fúngicos.

En cuanto al clima, ya hemos dicho que como planta mediterránea que es, le gustan las temperaturas agradables, pudiendo aguantar un poco las heladas cortas. Por esta zona del litoral gaditano, con temperaturas no muy frías durante el invierno, planto el hinojo hacía mediados-finales de otoño para recoger a mediados de marzo. En zonas frías habrá que esperar que finalicen las heladas.

La posición de siembra será a pleno sol, máxime si se plantan en época invernal, aunque no resistirán cuando lleguen los fuertes calores del verano que por aquí se dan y subirá a flor.

Con respecto a los riegos, le conviene que el suelo tenga siempre un mínimo de humedad, pero nunca encharcado, por lo que tendremos que estar pendientes de que el sustrato no quede seco y efectuarles irrigaciones regulares, caso de pocas precipitaciones.

Podemos hacer, un mes y medio antes de plantarlos en el huerto, un semillero con sustrato para este fin o tierra tamizada del huerto a la que añadiremos algo de materia orgánica. Las semillas las pondremos en tierra sin enterrar casi nada, y a los ocho días ya habrán germinado. Pasados unas cuatro o cinco semanas y estas tengan varias hojitas verdaderas podremos ponerlos en tierra, pero como son muy tiernas yo las protejo con botellas cortadas para que el viento o la lluvia fuerte no me las parta.

El marco de plantación para este cultivo será de unos 45 cm. entre plantas y unos 70 cm. entre hileras.

Cuando los "bulbos" comiencen a engrosar conviene aporcarle un poco de tierra para que queden blancos y bonitos, o acolcharlos con paja por ejemplo, además con esta labor quitaremos de camino las malas hierbas. 

Una vez que los bulbos tienen un grosor de una pelota de tenis o un puño, ya podremos cosecharlos, cortándoles raíces y hojas, dejando solo el bulbo blanco.

En cuanto a enfermedades y plagas, esta planta no suele tenerlas, a excepción de algún ataque de hongos que hacen amarillear algunas de las hojas más bajas, y que he solucionado quitándolas en cuanto las veo. 

Si dejamos que florezca la planta y maduren las semillas estas caerán al suelo de donde surgirán nuevas plantas de hinojo en la próxima temporada en una siembra quizás no deseada.

En cocina el hinojo podemos consumirlo en ensaladas, al horno o a la plancha; sus ramas nos sirven para dar gusto a guisos de caracoles, encurtidos de aceitunas y berenjenas, por ejemplo, también para cocinar potajes con hinojo, aderezar platos de pescados, pollo o carnes, asimismo se puede añadir a sopas y salmorejos, etc., etc.

El consumo de hinojo beneficia a nuestra salud pues nos ayudará a hacer una buena digestión, a eliminar gases, reduce los dolores estomacales y menstruales, es diurético y hasta nos aliviará la tos, bronquitis y asma. Además posee vitaminas C, y algunas del grupo A y B, también minerales como el potasio principalmente, manganeso, hierro, calcio y magnesio.

Para terminar deciros, que estas plantas atraerán a los sírfidos y coccinélidos, nuestros mejores aliados contra plagas, donde se desarrollan sus larvas que se alimentan de pulgones, moscas blancas, trips, y otros bichos que atacan nuestros cultivos.


Hasta pronto y feliz año a to@s