viernes, 12 de mayo de 2017

El Ciruelo.

EL  CIRUELO




Hola amigos, hoy quería hablaros de uno de los arboles frutales más comunes que tenemos en campos y parcelas de esta zona de Andalucía, y se trata del ciruelo (prunus domestica), del que existen muchas variedades; siendo mi preferida el ciruelo japonés "golden japan" y del que teníamos un ejemplar enorme y daba muchos kilos de ciruelas amarillas, dulces y gordas, pero le entró la gomosis y lo fue matando poco a poco; de nada sirvieron los tratamientos contra esta enfermedad y terminó con el en unos años. He vuelto, tiempo después, a plantar otro de la misma variedad y le ha vuelto a entrar la misma enfermedad, no ha durado ni tres años, !!!estoy gafado¡¡¡.

Bueno, para empezar os diré que este frutal es originario de la zona sureste de Europa (Cáucaso) hasta el suroeste de Asia, cultivándose luego por todo el Mediterráneo, pues requiere climas templados para su buen desarrollo. La evolución de este cultivo ha llevado a multitud de variedades, pero normalmente se clasifican en dos grupos que son japonesas y europeas.
Entre los japoneses tenemos el Golden Japan, Sungold, Formosa, Santa Rosa, Burbank, Red Beauty, etc.
Entre los europeas destacamos, Reina Claudia Verde y R. C. de Oullins, Pruna, Stanley, Giant, Presidente, etc.

Este árbol puede llegar hasta los 7 metros de altura, es de la familia de las rosáceas como el manzano, peral, melocotón, etc., es de hoja caduca, verdes y aserradas, con flores solitarias de color blanco a rosado y frutos redondeados de diversos colores, según variedad, y recubiertos de pruina.

Se adapta bien a diferentes climas, soportando temperaturas bajas siempre que no sean extremas, o cultivándolo en una zona abrigada. 
Las variedades japonesas son mas sensibles a las heladas tardías de primavera, siendo las variedades europeas más resistentes al frío y son más rústicas.

Las variedades japonesas son más tempranas, pues abren sus flores dos semanas antes que las europeas, recolectándose a partir del mes de junio.

El suelo ideal para el cultivo de este frutal es el profundo arenoso/limoso con cascajos, aunque puede medrar bien en diferentes suelos, resistiendo los suelos con alto contenido de calizas sin que padezca clorosis. No le conviene los suelos húmedos con tendencia a encharcarse o los muy secos.
También les afecta mucho el viento fuerte, que desprenderá los frutos.

El riego es necesario en este frutal, pues le gusta el suelo fresco y sufre de estrés hídrico, por lo que estaremos atentos para proporcionarle los riegos que necesite, sobre todo en zonas de veranos muy cálidos como el sur y el levante español.

Las labores principales serán la eliminación de malas hierbas y el abonado, teniendo cuidado al efectuar labores alrededor del pie de no profundizar, pues las raíces en la mayoría de variedades están cerca de la superficie. 
Existen otras labores como la poda y el aclareo de frutos, pero recomiendo recabar buena información antes de acometerlas. 

Hay que tener en cuenta que el ciruelo necesita de otro ciruelo cercanos para llevar a cabo la polinización de las flores, principalmente por abejas y abejorros, no siendo todos compatibles y al no coincidir en la fecha de apertura de las flores.
No son buenos autofértiles (autopolinizantes). 
Si no existen en parcelas cercanas ciruelos que abran la flor en la misma fecha, será necesario plantar dos que sean compatibles. 

Para reproducir estos frutales podemos optar por semillas, hijuelos del pie, o estaquillas, pero si queremos frutos de buenas calidad, jugosas y grandes hay que optar por el injerto.
Los patrones o portainjertos más apropiados son: el franco (de semilla de ciruelo) variedad Común, Mirabolano, Brompton, San Julian; de melocotonero; de almendro (para zonas secas), etc.
El injerto ser realizará en  otoño, en escudete, o final del invierno de púa, sobre plantones del año.
Para tener uno o dos ejemplares en nuestro huerto o jardín lo más apropiado es comprarlos ya injertados en un vivero y de variedades compatibles, pues tienen un precio muy asequible.

En relación a las plagas podemos señalar a los pulgones, barrenillos, piojo de San José (cochinilla), mosca de la fruta, arañuelo del ciruelo, hoplocampa (larvas de avispilla) y carpocapsa (larvas de mariposa).

En cuanto a enfermedades podemos señalar al cribado (hongo que ataca a las hojas, ramas jóvenes y frutos), monilia (zonas necrosadas y secas), roya y gomosis.

Las ciruelas se pueden consumir frescas como pasas (desecadas) y nos aportan a nuestro organismo una buena cantidad de vitaminas A y C, además de Potasio, Fósforo y Calcio principalmente. Además es un gran laxante natural, ayuda a controlar el colesterol malo, tiene poder antioxidante, etc. 
Existen estudios norteamericanos sobre la posible mejoria de la osteoporosis en personas mayores por el consumo de ciruelas pasas, por las altas cantidades de polifenoles.

Bueno amig@s, aquí dejaremos por hoy el cultivo de este rústico frutal que si lo cuidamos con cariño nos dará lo mejor de si, las increíbles ciruelas.



Hasta pronto compañer@s.



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