jueves, 9 de enero de 2020

El PH del suelo de nuestros huertos.

EL PH DE LOS SUELOS DE CULTIVO





     Estimad@s amig@s y compañer@s, en esta entrada vamos a hablar del pH del suelo, que aunque la mayoría de nosotros no le prestamos mucha atención a la hora de sembrar, es algo muy importante para el buen desarrollo de nuestros cultivos, pues no todas las plantas son iguales en el requerimiento de un suelo más o menos ácido o alcalino.

Una definición técnica seria: "El pH es una variable química que nos permite medir el grado de acidez de una sustancia", pero para adaptarlo a nuestra actividad podríamos decir que el pH es la medida de la acidez o alcalinidad de un suelo de cultivo, y se usa una escala que va desde el 0 al 14; siendo 0 el más ácido y 14 el más alcalino.

El pH es un factor decisivo en los suelos para el crecimiento de plantas pues afecta a la disponibilidad de nutrientes, a la absorción de estos, a un posible aumento de toxicidad por parte de algunos elementos, también afecta a la estructura del suelo, y a los procesos biológicos que se producen en él, como la vida bacteriana y de invertebrados que lo habitan.

Como hemos dicho, la escala va del 0 al 14, siendo 7 un suelo neutro, pero el pH óptimo para la mayoría de los cultivos sería el comprendido entre 6,5 y 7 de esta escala, porque en este rango los nutrientes como el Nitrógeno, Fósforo y Potasio son más fáciles de asimilar por las plantas, así como el Calcio, Magnesio y Azufre, sin embargo algunos micronutrientes necesitan un poco más de acidez para su asimilación por las plantas, como el Hierro, Manganeso, Boro, Cobre y Zinc, siendo el Molibdeno la excepción, necesitando más alcalinidad.


Ahora vamos a ver como medir el pH del suelo de nuestro huerto, y para ello hay varias formas de hacerlo, como recoger una muestra y mandarla a analizar, usar jugo de col lombarda, medidor electrónico, o el que creo que es muy rápido y sencillo de utilizar, que es el papel tornasol, además es muy económico y nos servirá para muchas mediciones.

Empezaremos haciendo un pequeño hoyo de unos 20 centímetros de profundidad y cogeremos una muestra de tierra (lo que cabe en un puño) que echaremos en un recipiente limpio (p.e. media botella de plástico de refresco), y a continuación añadiremos agua destilada en la misma cantidad, más o menos, y removeremos durante un buen rato. Lo dejaremos reposar durante al menos una hora, luego cogeremos una tira de unos 4 ó 5 cms. de papel tornasol y lo introduciremos unos segundos hasta la mitad en el agua con la tierra. El papel habrá cambiado de color, y lo compararemos con la escala que trae, y así sabremos con seguridad el pH que tenemos en el suelo de nuestro huerto.

Si nuestro pH está comprendido entre 6 y 7 de la escala, tendremos un suelo óptimo para el correcto desarrollo de las plantas, pero si nos marca por debajo de 5,5 o por encima de 8, entonces tendremos problemas con muchos cultivos, y la mejor solución es corregirlo e intentar llevarlo al rango de óptimo. Para corregir el pH, tanto para bajarlo como para subirlo, existen unas medidas o enmiendas que podemos realizar sin que nos suponga un desembolso grande de dinero.

Si tenemos un suelo alcalino (8 ó más), la mejor enmienda que podemos hacer es añadir estiércol u otra materia orgánica (turba, mantillo, acículas de pino, etc), aunque también podemos hacerlo con azufre, eso si, a largo plazo, empleándolo con moderación y poco a poco, y por supuesto haciendo nuevas mediciones de pH.

Para subir el pH o alcalinizarlo porque es ácido (5,5 ó menos), lo mejor y más barato será ir añadiéndole cal agrícola sobre suelo húmedo y hacer un laboreo para enterrarla a 15 cm., o también sirven  las cenizas de maderas, ramas de podas, malezas, etc., pero siempre poco a poco, e iremos haciendo nuevas mediciones del pH.

La mejor época para realizar estas enmiendas de suelo será en otoño cuando no tengamos ningún cultivo, y deberá transcurrir al menos un mes para poder plantar.

Hay que decir, que el el valor del pH de nuestros suelos no es siempre constante, y variarán a lo largo del año, dependiendo de distintos factores, como por ejemplo, si añadimos estiércol el pH bajará por los compuestos ácidos de la descomposición de la materia orgánica, aunque cuando finalice la mineralización de esta volverá a subir; o cuando llueve de una forma torrencial o muy seguida; por secreciones de sustancias ácidas producidas por las raíces de las plantas; por contaminación atmosférica que da lugar a lluvias ácidas, etc., por lo que es recomendable ir haciendo mediciones a lo largo del año.

En el siguiente cuadro podemos ver los valores deseables del pH para cada cultivo, y recordar siempre que un suelo puede tener un adecuado nivel de nutrientes, pero observarse un crecimiento de plantas limitado por tener un pH desfavorable.


Bueno amig@s, para terminar deciros que como habéis visto el pH influye mucho en la absorción de nutrientes de las plantas, así como en la actividad biológica del suelo, cosa que redunda aún más en el mejor desarrollo de ellas, por lo que es vital saber el pH que tenemos, hacer mediciones de forma regular para controlarlo, y variarlo si es preciso, evitando así un mal desarrollo en los cultivos de nuestro huerto.


Espero que os sirva, hasta pronto y sed felices.

🌷  🌸  🌹  🌺  🌻  🌼

2 comentarios:

Patricia Luna Espinoza dijo...

excelente post! gracias por compartir.

José Antonio Catalán dijo...

Muchas gracias amiga Patricia.