miércoles, 15 de mayo de 2019

Puesta en marcha de lombricompostera.

PUESTA EN MARCHA     DE LOMBRICOMPOSTERA





     Hola a tod@s. Hoy voy a contaros como he empezado a tener en mi huerto una compostera con lombrices rojas de California, adquiridas a la empresa ecolombriz, dedicada a la producción de humus de lombriz y venta de lombrices.

Hacía bastante tiempo que tenía en mente hacerme con una lombricompostera o vermicompostera para fabricar mi propio humus de lombriz, así como el fertilizante líquido o lixiviados que proporciona todo el proceso de degradación de la materia orgánica en humus, y que recogeremos en una bandeja en la parte baja de la compostera, puesta a tal efecto.

Después de mucho mirar en la web, encontré un proveedor que por buen precio te mandaba cajas y lombrices a casa por servicio de paquetería express en 24/48 horas desde que efectúas el pedido.

Así que sin pensarlo más lo realicé y en unos días (mediaba por medio Semana Santa) me lo entregaron en casa como estaba previsto.

Trasladado todo a mi parcela donde tengo el huerto, comencé por abrir la caja y efectivamente, allí estaba todo lo prometido: 1 vermicompostera formada por 3 cajas de 30 litros cada una, 1 malla para evitar la migración de lombrices, 1 cama de fibra de coco, 1 grifo para montar en una de las cajas, 1 tarrina con 500 lombrices adultas y 1 tarrina con 250 lombrices en todos sus estados (huevos, larvas y adultas), de regalo.

Siguiendo las instrucciones mandadas, procedí a montar primero el grifo en la caja baja que traía su orificio, luego encima puse la segunda caja que venía preparada y lista con agujeros, tanto para desaguar líquido como para ventilación, malla y fibra de coco humedecida, y por último la tercera caja que será para hacer migrar a ella las lombrices una vez que esté llena de humus la segunda caja.

Cuando todo estuvo listo, puse sobre la fibra de coco mis preciosas y recién adquiridas lombrices adultas y las toqué por primera vez como quien toca algo deseado desde hace tiempo; luego puse el contenido de las otra tarrina con larvas, huevos y más lombrices, viendo por primera vez las crías pequeñas que eran de color blanco.
Todas ellas venían envueltas con un poco de humus y restos a medio trabajar.

Como había leído que al principio vienen estresadas, hay que dejarlas tranquilas para que se repartan poco a poco y a su antojo por la caja, sólo puse un poco de estiércol de caballo muy pasado y que humedecí bien en el lado contrario de las lombrices, y las tapé y dejé en un cuarto oscuro.

A los cinco días abrí la caja, y unas pocas habían subido por las paredes, quizás por falta de comida, así que puse una capa de dos dedos de alto de trozos de verduras y frutas muy picadas y bastante pochas, que tenía preparada desde que hice el pedido de lombrices. Como tenía bastante humedad la capa de fibra de coco y la comida, no rocié agua sobre ella. Cerré la caja y volví a ponerla en el cuarto.

Pasada una semana, he vuelto a abrir la caja y esta vez no había lombrices por las paredes, confirmándome lo que pensé la vez anterior de falta de comida. Habían engullido la mayoría de los trozos puestos la vez anterior, a excepción de vainas de guisantes y otros trozos gruesos, que retiré. 
Revisada la caja de los lixiviados, comprobé que ya existe un poco de líquido, aun sin haber regado ni una sola vez; aunque para recoger una buena cantidad habrá que esperar unos cuantos meses.

A fin de tener comida bien pasada y lista para las lombrices cada vez que les haga falta, he preparado una tinaja vieja de 25 kg. de capacidad y tapada para impedir el acceso de las moscas, donde voy añadiendo restos de frutas, verduras, hortalizas y algo de cartón y papel, para que se pongan pochas y que puedan ser ingeridas por las lombrices mejor y rápidamente.

Por último he vuelto a poner una capa de comida, muy húmeda, sobre los pocos restos que quedaban de la vez anterior, pero sólo en la mitad de la caja, y en la otra mitad he puesto una capa de estiércol de caballo, pero esta vez fresco del día, y humedecido previamente; de esta forma veré si les gusta más el estiércol fresco que el muy pasado.
Cerré la caja y de vuelta a su lugar.

Deciros que cada vez que abro la caja, compruebo que las lombrices están en buen estado, pues se esconden rápidamente las que están por encima de la comida nada más abrirla y entrar luz, y se meneaban al cogerlas con la mano. También añadir que aunque yo no he rociado con agua todo el conjunto, puesto que estaba bastante húmedo, si se aprecia que está seco hay que pulverizar agua, aunque sin pasarnos, por ser necesario para la vida de las lombrices.

Bueno, hasta aquí la puesta en marcha de mi lombricompostera, que creo que está funcionando bien. A partir de ahora seguiré semanalmente añadiéndoles comida, aunque he leído por ahí que debe ser cada diez o quince días, pero de momento lo haré así hasta que vea que todo rueda sin problemas.

Bien amig@s, espero que esta experiencias os ayude en la puesta en marcha cuando tengáis vuestra lombricompostera, a lo cual os animo, así podréis beneficiaros de vuestro propio humus de lombriz y abono líquido, y comprobaréis en unos meses que habrá valido la pena la inversión realizada; además nos ayudará a deshacernos de muchos de los residuos orgánicos que producimos en nuestros hogares y el huerto.

Hasta pronto compañer@s


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