PUESTA EN MARCHA DE LOMBRICOMPOSTERA
Hola a tod@s. Hoy voy a contaros como he empezado a tener en mi huerto una compostera con lombrices rojas de California, adquiridas a la empresa ecolombriz, dedicada a la producción de humus de lombriz y venta de lombrices.
Hacía bastante tiempo que tenía en mente hacerme con una lombricompostera o vermicompostera para fabricar mi propio humus de lombriz, así como el fertilizante líquido o lixiviados que proporciona todo el proceso de degradación de la materia orgánica en humus, y que recogeremos en una bandeja en la parte baja de la compostera, puesta a tal efecto.
Después de mucho mirar en la web, encontré un proveedor que por buen precio te mandaba cajas y lombrices a casa por servicio de paquetería express en 24/48 horas desde que efectúas el pedido.
Así que sin pensarlo más lo realicé y en unos días (mediaba por medio Semana Santa) me lo entregaron en casa como estaba previsto.
Trasladado todo a mi parcela donde tengo el huerto, comencé por abrir la caja y efectivamente, allí estaba todo lo prometido: 1 vermicompostera formada por 3 cajas de 30 litros cada una, 1 malla para evitar la migración de lombrices, 1 cama de fibra de coco, 1 grifo para montar en una de las cajas, 1 tarrina con 500 lombrices adultas y 1 tarrina con 250 lombrices en todos sus estados (huevos, larvas y adultas), de regalo.
Siguiendo las instrucciones mandadas, procedí a montar primero el grifo en la caja baja que traía su orificio, luego encima puse la segunda caja que venía preparada y lista con agujeros, tanto para desaguar líquido como para ventilación, malla y fibra de coco humedecida, y por último la tercera caja que será para hacer migrar a ella las lombrices una vez que esté llena de humus la segunda caja.
Cuando todo estuvo listo, puse sobre la fibra de coco mis preciosas y recién adquiridas lombrices adultas y las toqué por primera vez como quien toca algo deseado desde hace tiempo; luego puse el contenido de las otra tarrina con larvas, huevos y más lombrices, viendo por primera vez las crías pequeñas que eran de color blanco.
Todas ellas venían envueltas con un poco de humus y restos a medio trabajar.
Como había leído que al principio vienen estresadas, hay que dejarlas tranquilas para que se repartan poco a poco y a su antojo por la caja, sólo puse un poco de estiércol de caballo muy pasado y que humedecí bien en el lado contrario de las lombrices, y las tapé y dejé en un cuarto oscuro.
A los cinco días abrí la caja, y unas pocas habían subido por las paredes, quizás por falta de comida, así que puse una capa de dos dedos de alto de trozos de verduras y frutas muy picadas y bastante pochas, que tenía preparada desde que hice el pedido de lombrices. Como tenía bastante humedad la capa de fibra de coco y la comida, no rocié agua sobre ella. Cerré la caja y volví a ponerla en el cuarto.
Pasada una semana, he vuelto a abrir la caja y esta vez no había lombrices por las paredes, confirmándome lo que pensé la vez anterior de falta de comida. Habían engullido la mayoría de los trozos puestos la vez anterior, a excepción de vainas de guisantes y otros trozos gruesos, que retiré.
Revisada la caja de los lixiviados, comprobé que ya existe un poco de líquido, aun sin haber regado ni una sola vez; aunque para recoger una buena cantidad habrá que esperar unos cuantos meses.
A fin de tener comida bien pasada y lista para las lombrices cada vez que les haga falta, he preparado una tinaja vieja de 25 kg. de capacidad y tapada para impedir el acceso de las moscas, donde voy añadiendo restos de frutas, verduras, hortalizas y algo de cartón y papel, para que se pongan pochas y que puedan ser ingeridas por las lombrices mejor y rápidamente.
Por último he vuelto a poner una capa de comida, muy húmeda, sobre los pocos restos que quedaban de la vez anterior, pero sólo en la mitad de la caja, y en la otra mitad he puesto una capa de estiércol de caballo, pero esta vez fresco del día, y humedecido previamente; de esta forma veré si les gusta más el estiércol fresco que el muy pasado.
Cerré la caja y de vuelta a su lugar.
Bueno, hasta aquí la puesta en marcha de mi lombricompostera, que creo que está funcionando bien. A partir de ahora seguiré semanalmente añadiéndoles comida, aunque he leído por ahí que debe ser cada diez o quince días, pero de momento lo haré así hasta que vea que todo rueda sin problemas.
Bien amig@s, espero que esta experiencias os ayude en la puesta en marcha cuando tengáis vuestra lombricompostera, a lo cual os animo, así podréis beneficiaros de vuestro propio humus de lombriz y abono líquido, y comprobaréis en unos meses que habrá valido la pena la inversión realizada; además nos ayudará a deshacernos de muchos de los residuos orgánicos que producimos en nuestros hogares y el huerto.
Hasta pronto compañer@s
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