¡Hola amig@s!. Estamos en esa época en la empieza a apretar el calor y es cuando puede aparecer, en nuestros huertos, una de las plagas más dañinas que existen, que sin darte cuenta pueden convertir un cultivo sano, verde y lleno de vida, en un montón de matas resecas, amarillentas y repleta de diminutas arañitas rojas, si se dan las condiciones ambientales adecuadas para su reproducción y desarrollo. Se llama araña roja, aunque también se la conoce como arañuela, ácaro de dos puntos, ácaro rojo, etc.
Este diminuto artrópodo polífago (con excesivo deseo de comer) llamado Tetranychus urticae no es un arácnido en sí, a pesar del nombre y de que hace telas con hilos de seda; no mide más de 0,5 mm. en estado adulto y su color varía del verde a amarillento y luego a rojo. Es un ácaro que se alimenta del líquido de las células de las plantas, produciéndole heridas y que hace que aparezcan manchitas amarillentas en el haz de las hojas, delatando así su presencia.
Este ácaro se reproduce por huevos, siendo más numeroso el nacimiento de hembras que de machos, y éstas en estado adulto pondrán más de 100 huevos, a un ritmo de 5 al día.
Con una temperatura óptima que ronda los 30º C. tarda 9 días en completar su ciclo, pasando por cinco fases que son: huevo, larva, protoninfa, deutoninfa y adulto. Temperaturas más bajas hacen que el ciclo se alargue más días.
Si vivimos en zonas donde las temperaturas durante el invierno son suaves, como pasa en toda la zona mediterránea, esta plaga se puede estar reproduciendo continuamente, aunque a un ritmo lento, o simplemente invernar hasta que se vuelvan a dar las condiciones necesarias. Sin embargo, cuando llega el verano y el clima se vuelve cálido y seco, es cuando se produce el aumento de poblaciones, colonizando nuestros cultivos en cuestión de días sin llegar a percatarnos de ello, hasta que es tarde y las plantas no tienen remedio.
El daño en las plantas lo produce al desgarrar la superficie del tejido con sus quelíceros para acceder a sus células epidérmicas absorbiéndolas para alimentarse, penetrando el aire, por lo que le da un aspecto blanquecino al envés y clorótica en el haz. La planta pierde su energía al disminuir su función de fotosíntesis, así como por una transpiración alterada. Si junto con esto, tenemos temperaturas muy altas, viento seco o estrés hídrico, se dará el coctel perfecto que provocará caída de hojas de las plantas y muerte de la misma.
Esta plaga ataca a todo tipo de plantas hortícolas, especialmente al tomate, berenjena y pimiento, por ser cultivos de verano, también a la fresa, maíz, y cultivos de cereales y leguminosas, además de vid y árboles frutales, especialmente a los cítricos, y por supuesto a plantas ornamentales.
Como hemos dicho, este ácaro habita en el envés de las hojas, donde hace sus puestas de huevos y comienza a formar colonias de muchos individuos, por lo que el menor cambio de color en las hojas de alguna zona de nuestros cultivos puede ser el indicador del ataque y tenemos que efectuar comprobaciones visuales de la existencia de araña roja. La característica de estos ataques es que se mueven de una planta a otra cuando la han colonizado totalmente, se suele llamar movimiento de "mancha de aceite", trepando la colonia al final de la planta para que el viento las traslade "volando" a la planta más próxima.
Tradicionalmente, una de las formas de controlar a la araña roja era limpiando de maleza los campos y lindes de los huertos para impedir que llegara hasta nuestros sembrados; también reduciendo el nivel de nitrógeno empleado en los cultivos para reducir el crecimiento vegetativo excesivo que las atraerá, así como evitar la sequedad pulverizando agua, aunque hay que tener cuidado con los hongos.
Muy efectivo contra esta y otras plagas, desde siempre se ha utilizado el azufre, tanto seco como el mojable, aunque hay que tener cuidado con ojos, nariz, boca y piel al pulverizarlos, y lo peor es que afecta al mismo tiempo a los depredadores de la araña roja.
No hay que decir, que todas aquellas plantas que tengamos afectadas por esta plaga es mejor arrancarlas y quemarlas "in situ".
La lucha contra esta plaga suele ser a base de acaricidas químicos, a los que puede y llega a hacerse resistente y lo peor es que terminan matando a los depredadores naturales de la araña roja, por lo que cada vez más se recomienda y emplea el control biológico a base de depredadores de esta, como pueden ser Orius insidiosus, Nabis capsiformis, Chrysoperla externa, Scolothrips longicornis, Amblyseius, etc., y si se siembra en las proximidades la gramínea cañuela o festuca alta, estos depredadores de araña roja se alojarán en ella y tendremos una reserva natural de aliados contra esta plaga.
Tradicionalmente, una de las formas de controlar a la araña roja era limpiando de maleza los campos y lindes de los huertos para impedir que llegara hasta nuestros sembrados; también reduciendo el nivel de nitrógeno empleado en los cultivos para reducir el crecimiento vegetativo excesivo que las atraerá, así como evitar la sequedad pulverizando agua, aunque hay que tener cuidado con los hongos.
Muy efectivo contra esta y otras plagas, desde siempre se ha utilizado el azufre, tanto seco como el mojable, aunque hay que tener cuidado con ojos, nariz, boca y piel al pulverizarlos, y lo peor es que afecta al mismo tiempo a los depredadores de la araña roja.
No hay que decir, que todas aquellas plantas que tengamos afectadas por esta plaga es mejor arrancarlas y quemarlas "in situ".
Orius |
La lucha contra esta plaga suele ser a base de acaricidas químicos, a los que puede y llega a hacerse resistente y lo peor es que terminan matando a los depredadores naturales de la araña roja, por lo que cada vez más se recomienda y emplea el control biológico a base de depredadores de esta, como pueden ser Orius insidiosus, Nabis capsiformis, Chrysoperla externa, Scolothrips longicornis, Amblyseius, etc., y si se siembra en las proximidades la gramínea cañuela o festuca alta, estos depredadores de araña roja se alojarán en ella y tendremos una reserva natural de aliados contra esta plaga.
Scolothrips |
Además de los depredadores naturales de la araña roja, existen en el mercado nuevos productos de Microorganismos de control biológico, basados en el humus de lombriz, que tiene la capacidad de infectar a las arañas rojas, contagiándose unas a otras y matarlas.
Podemos emplear pesticidas naturales como el aceite de nim, polvo de pelitre, así como aceite de parafina. Todos ellos de venta en establecimientos especializados.
También podemos usar productos caseros contra esta plaga, como pueden ser preparados de ajos licuados y agua, ajos y cebolla macerados en agua, cola de caballo y jabón, de ortigas, helechos, etc., etc., aunque estos serán más para prevenir que para curar, pues una vez instaladas las plagas estos remedios resuelven más bien poco.
Bueno compañer@s, para terminar deciros que aunque esta plaga es de climas templados/cálidos, subtropicales y tropicales, las subidas de temperaturas debidas al cambio climático, harán que esta plaga llegue a zonas donde antes era impensable su presencia, destruyendo cosechas y ocasionando pérdidas millonarias a los agricultores.
Espero que os haya gustado, y terminemos por comprender todos que el empleo masivo de pesticidas de síntesis no solo acaba con el "bicho" indeseable para nosotros, sino con sus depredadores, rompiendo el equilibrio de la biodiversidad.
El descontrol en la Naturaleza provoca las plagas.
Hasta pronto amig@s.
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