EL MILDIU
Hola amig@s, hoy quiero hablaros de una de las enfermedades que más daños hacen en plantas y muchos cultivos en el mundo, produciendo pérdidas económicas enormes y un enojo considerable cuando la vemos aparecer por nuestros huertos. Esta indeseable enfermedad de las plantas es el maldito Mildiu.
El caso más grave de infección por mildiu (tizón tardío) fue el que se dio en Irlanda, llamada "la gran hambruna", entre 1846 y 1849, donde se perdió el cultivo de patatas, base de la alimentación de los campesinos Irlandeses de la época, y que provocó entre muertos y emigrados más de 2 millones de personas.
Esta enfermedad la producen unos minúsculos hongos de la Clase Oomicetes que prosperan en ambientes de alta humedad y temperaturas moderadas; es un endoparásito (que vive en el interior) atacando el tejido de las hojas, tallos y tubérculos, pudiendo en casos graves de infección destruir todo el cultivo.
La diseminación de las esporas se realiza a través del viento o del agua de lluvia desde los espongiarios de las plantas enfermas.
El rango de temperatura en la que estos hongos desarrollan sus ataques sobre las plantas se encuentra entre los 10 y 30 grados centígrados, siendo las óptimas 18-24º C. Temperaturas por debajo de 10º C. impiden su desarrollo, y las superiores a 30º C. hacen que los hongos detengan su desarrollo, siendo el factor más determinante de su desarrollo la humedad ambiental muy alta (>75%), con prolongados períodos de película de agua sobre la superficie de la planta, como lluvias, nieblas y rocío, además si viene acompañada de vientos fuertes, pues el cóctel perfecto para expandir las esporas.
Algunos síntomas reconocibles del mildiu en cultivos pueden ser:
* Especies del genero Allium como cebolla, puerro, chalota, ajo, etc. (hongo Peronospora destructor).- zonas alargadas y descoloridas en parte superior de las hojas. Si las condiciones son óptimas estas manchas se recubren con las esporas de los hongos tomando color morado.
* Crucíferas, como la col, coliflor, brócoli, colinabo, romanescu, rábano, etc. (Peronospora parasítica).- En hojas, manchas cloróticas limitadas por los nervios que con el tiempo se seca.
* Patata y tomate (hongo Phytophthora infestans).- manchas marrones, en hojas y tallo, que si lo afecta por entero puede romper. Si las condiciones son idóneas continuará produciendo esporangios, permitiendo el avance de la enfermedad.
* Pimiento (Phytophtora capsici).- también llamada tristeza del pimiento, pues lo marchita, atacando raíz y tallo. Manchas en las hojas.
*Berenjena (Phytophtora nicotianae).- Manchas irregulares en las hojas, de aspecto graso y que terminan secándolas. En el envés se aprecia un aspecto blanquecino, que se aprecia hasta en el fruto.
* Lechugas (hongo Bremia lactucae).- En cara inferior de las hojas se aprecia la formación de las esporas en tono blanco grisáceo. Por el haz manchas cloróticas (amarillas).
* Espinaca y remolacha (hongo Peronospora farinosa).- Idem anterior.
* Cucurbitaceas, como calabaza, melón, sandía, pepino, calabacín, etc. (hongo Pseunodospora cubensis).- Manchas amarillentas en el haz de las hojas de forma irregular, que avanza normalmente desde el centro de la planta hacia el exterior, se necrosan las hojas y se desfolia la planta.
* Vid (hongo Plasmopara viticola).- Manchas típicas de aceite en el haz y pelusilla blanca en el envés.
* Habas y guisantes (Peronospora viciae).- En el haz manchas cloróticas que pueden llegar a ser marrones y necróticas y en el envés eflorescencias blanquecinas del hongo, ligeramente grisácea o violeta.
* Apio y zanahorias (Plasmopara nivea).- Hojas amarillentas y luego se necrosan y secan.
Los remedios que podemos poner para intentar evitar o minimizar los ataques de estos hongos pueden ser, entre otros:
- Rotación de los cultivos.
- Utilizar variedades locales.
- Utilizar semillas y tubérculos sanas y desinfectadas.
- Utilizar especies resistentes a la enfermedad.
- Dejar espacio entre plantas para su buena aireación.
- No regar por aspersión.
- Mantener el suelo limpio de malas hierbas.
- Buen drenaje del suelo.
- Quema de plantas o restos infectado.
Donde hay altas posibilidades de infecciones se deben actuar de forma preventiva antes de que se desarrolle la enfermedad. El buen control del mildiu hay que realizarlo antes de que aparezcan los daños, por eso cuando se den las condiciones climáticas favorables al desarrollo del hongo hay que actuar con algún fungicida de contacto.
Una vez que se aprecian los daños y el hongo se ha establecido en el cultivo, habrá que utilizar fungicidas de acción sistémico (que circula por la savia de las plantas).
Para combatir ataques de esta enfermedad, de forma preventiva o muy inicial, en nuestras plantas y cultivos podemos emplear fungicidas caseros, como el de manzanilla, de leche, de bicarbonato potásico, de cola de caballo, de ajo, etc.
También el del "caldo bordeles", el más antiguo y más usado como fungicida, así como el azufre en polvo o mojable.
En el mercado existen multitud de preparados tanto preventivos como sistémicos, desde fungicidas basados en el cobre, biológicos o no, extractos de cola de caballo y otros vegetales, etc., etc., aunque recomiendo, como siempre, elegir productos para agricultura biológica.
Bueno amig@s, espero que os sirva esta entrada para prevenir y controlar los ataques del mildiu en vuestros huertos y jardines, pues en poco tiempo puede dar al traste con el trabajo e ilusión que habíamos puesto en un cultivo.
Hasta pronto y vigilad que el enemigo está ahí afuera.
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