Higuera.

La Higuera

Estimados amig@s.

Hoy les voy a hablar de la higuera. Es otro de esos árboles míticos, asociado a la historia de la humanidad desde tiempos remotos. Según la revista Science, por hallazgos de higos fosilizados en un poblado neolítico del Valle del Jordán, se cree que fue domesticada antes que el trigo y la cebada, pudiendo ser uno de los primeros cultivos de la humanidad. Adán y Eva comieron higos y se taparon sus cositas con hojas de la higuera en todo caso, no  manzanas; también hay jeroglíficos egipcios de la pirámide de Giza donde se representa la higuera y la recolección de sus frutos. Griegos e Indúes la consagraban a sus dioces. Para Roma era un árbol sagrado, pues Romulo y Remo fueron amamantados por la loba bajo la higuera ruminal, donde los encontró el pastor Faústulo.

También existen leyendas sobre este árbol y que están relacionadas con almas que habitan en su tronco, diablos que aparecen bajo ella, ruidos y quejidos en la noche de San Juan, en fin, malas energías.

Centrándonos en la higuera botánicamente, hay que señalar que su origen es Asia menor, de allí se distribuyó por toda la cuenca Mediterránea. Llegó a España  en el siglo XIII a.c. y llevada a América en el siglo XV.

Este frutal se puede sembrar en cualquier terreno, desde arena a suelo franco, no siendo infrecuente verlas medrar en paredes de pozos o tapias; aguanta bien las limitaciones hídricas, temperaturas altas y las heladas. Típico árbol de secano de la zona Mediterránea, con una altura máxima de 10 metros y de hoja caduca. Tiene raíces poco profundas, por lo que no es conveniente profundizar en el laboreo de la tierra.
Para reproducirlas solo hay que coger un trozo de rama y plantarla en el suelo, eso si, como dice el refrán "por San Blas higuera plantarás e higos comerás" (23 de febrero).

Ha desempeñado un gran papel en zonas rurales deprimidas pues sus frutos han aportado a las personas, calorías y azúcares en una gran cantidad, en época de escasez, sin un gran esfuerzo de cuidados y trabajos de mantenimiento, a cambio, pues es un árbol que tiene una gran salud y mucha resistencia a plagas y enfermedades. Siendo muy normal tener varias de ellas en todos los campos para el autoconsumo.

Tenemos dos tipos de higueras, una que sólo da higos y otra que da dos tandas de frutos, brevas e higos, y se llama bífera, esta da las primeras en junio-julio y los segundos en agosto-septiembre. Siendo las brevas de mayor tamaño que los higos.
También existe el cabrahigo, que es una higuera macho, y esta nunca nos dará frutos buenos.

Prácticamente no hay diferencia en las variedades de higueras, siendo los colores de sus higos los que las hacen diferentes; éstos son de color claro, verdes-amarillentos unos, y otros oscuros que van del azul-morado al negro; de esta última clase es la higuera que tengo en el huerto, aunque llegó a haber cinco de ellas en otra época.

Los higos se consumen en fresco -blandos y muy dulces-, así como secos (deshidratados), que se pueden mantener guardados durante mucho tiempo, y son deliciosos.

Como he referido ya, es un frutal sano y fuerte, que el solo se cuida y a cambio nos da higos, pero son estos frutos tan dulces los que atraen a especies de insectos que más que dañinos son molestos, como son hormigas, pulgones verdes y sobre todo avispas. Lo peor es la mosca del higo que pone sus huevos en los higo y salen pequeños gusanitos blancos, por lo que hay que abrir el fruto y mirar bien para no comerlos. Otro gran problema para nuestros higos son los pájaros, que les encantan cuando están maduros.

Para finalizar, sólo decir, que su cultivo no tiene ciencia ninguna, pero si hay que tener en cuenta donde colocar la higuera, pues da una sombra muy tupida desde abril hasta octubre, por lo que es recomendable en pequeñas parcelas situarla en posición norte para que no de sombra a los cultivos que tengamos en el huerto.

Y ya sabéis: "Con caracoles, higos y brevas, agua no bebas"

Hasta otra entrada compañer@s.

¡Sed felices!