EL MEMBRILLO
Estimad@s amig@s, quiero en esta nueva entrada hablaros de otro de los frutales característico de mi tierra: el membrillo (cydonia oblonga), que en otros tiempos era muy normal verlos en huertos, jardines, corrales, caminos o taludes aguantando la tierra, pero que de unos años acá está casi desaparecido. Yo tenía uno en el huerto, pero sufrió un ataque de barrenillos y el viento fuerte de levante lo fue partiendo.
Este frutal, procede del Asia Menor, habiéndose cultivado en la antigua Babilonia. Los griegos lo consagraron a la diosa Afrodita y los romanos a Venus, representada con un membrillo en su mano derecha, simbolizando por tanto la fecundidad y la fertilidad.
El membrillo se desarrolla bien en clima templado-cálido y con inviernos largos con algo de frío, y con muchas horas de luz.
En cuanto al suelo, no es exigente, puede sembrarse en terrenos fértiles como pobres, siendo ideal con un ph neutro/ácido. Presentando en suelos calizos problemas de clorosis férrica.
Tiene una altura máxima de unos 6 o 7 metros, de crecimiento lento pero es longevo, tronco y ramas color marrón y con gran densidad de hojas y ramas, con flores de pétalos blancos y anchos, que se abrirán a finales de marzo o primeros de abril.
En cuanto a variedades de fruto existen unas treinta; aunque en muchas zonas de Andalucía siempre se decía que existían el membrillo y la gamboa (o zamboa), cuya diferencia es el tamaño mucho mayor de esta última y su carne algo más blanca y jugosa. También hay variedades ornamentales, que no dan fruto.
Este frutal resiste bien la falta de agua, aunque conviene efectuarle riegos regulares y sobre todo durante la floración y cuajado del fruto. Nunca encharcar el terreno.
Siendo un árbol que necesita pocos cuidados para prosperar y no da preocupaciones ni gastos, nos obsequia a cambio, con una gran cantidad de fruta para nuestro consumo.
En cuanto a poda, no es muy exigente ni se le debe tocar mucho; limitándonos a quitar chupones de la base y ramas entrecruzadas o dañadas. Esta labor deberemos realizarla a la caída de las hojas.
Para reproducirlo lo mejor es por esqueje, clavando en el suelo una estaca sacada de una rama o de un chupón de su base, a principios de primavera. También podemos reproducirlo de semilla, pero suele servir de porta-injerto de peral o manzano.
Las principales plagas que afectan a este árbol son, los pulgones, carpocapsa, mosca de la fruta, y al tronco y ramas algún barrenillo.
Las enfermedades más comunes pueden ser por hongos, como la roña o moteado, que ennegrecen hojas y frutos y la botrytis cinerea o moho gris.
Su fruto, el membrillo, es de forma redondeada de color verde con una pelusilla suave (pruina) al principio y luego amarillo-dorado cuando está maduro, allá a mediados de septiembre. Su carne, que se oxida rápidamente al cortarla, es blanca, jugosa, un poco dura y un tanto aspera, por lo que sólo algunas variedades se pueden comer cruda, siendo la mayoría de su producción para elaboración de compotas como la carne de membrillo y mermeladas.
Esta fruta aguanta en perfecto estado, durante bastantes días si la guardamos en frigorífico.
Esta fruta aguanta en perfecto estado, durante bastantes días si la guardamos en frigorífico.
Su consumo gracias a la cantidad de fibra y taninos que posee es bueno para la digestión y previene los trastornos gastrointestinales, siendo estupendo como aperitivo y como estimulante gástrico y hepático.
El agua de la cocción del membrillo con azúcar, canela y clavo es un gran remedio contra las diarreas.
Como expectorante contra la tos, bronquitis, asma y resfriados, es bueno comerlo asado, o tomar cocimiento de sus semillas.
Como expectorante contra la tos, bronquitis, asma y resfriados, es bueno comerlo asado, o tomar cocimiento de sus semillas.
Bien amigos, aquí dejo por hoy de hablar de este estupendo árbol frutal, que ha caído en desgracia como la higuera, el granado, el níspero y algún otro que gozó en anteriores épocas de mejores momentos en nuestros huertos y campos.
Hasta pronto y cuídense.
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