lunes, 13 de junio de 2016

El Picudo Rojo.

 EL PICUDO ROJO







Hola compañer@s.

Hoy he visto una palmera de las que resistían, desde hace tiempo, los ataques de los picudos rojos, sucumbiendo al fin a una de las plagas más canallas de los últimos años. 

Insecto cabrón donde los haya, que nos ha dejado los paseos marítimos y palmerales hechos una ruina. Este insecto procede del Sureste Asiático y Polinesia, que entró en la Península Ibérica por Almuñecar (Granada), con la importación de palmeras sin el debido control fitosanitario, en el año 1995, y ya está extendido por toda la Península y Canarias.


Si el bicho es feo, no les cuento como es su retoño, un gusano gordo y cabezón. Bueno amigos me dejo llevar por la rabia, pero si a vosotros les hubiera comido una palmera preciosa que cuidé durante años, desde que era una macetita, no les resultaría para nada simpático este individuo.


Este coleóptero se alimenta y se desarrolla en todos sus estadios en el interior de las palmeras, pues estas les proporcionan protección contra el medio climático diferente de cada zona geográfica.


Este insecto necesita de 3 a 4 meses para completar su ciclo biológico, por lo que al cabo del un año tendremos 3 generaciones, haciendo galerías en el interior de las palmeras hasta que no quede nada por comer; momento que saldrán de ella para colonizar otra y así seguir la devastación.


Los daños en las palmeras suelen observarse cuando ya no tienen remedio, con sus hojas caídas y marchitándose, aunque en Elche siguen combatiendolo, habiendo salvado el 55% de las palmeras tratadas. Recientemente una empresa de Valencia las está tratando con emamectina que se obtiene por un proceso de fermentación microbiana y está dando grandes resultados, sin tener que emplear productos químicos.

Cuando están muy infectadas sólo queda quitar de enmedio la palmera lo antes posible. En mi caso la desmoché, la troceé (desprendía un olor nauseabundo), rocié con gasolina y le prendí fuego. Si trabajoso fue partir la palmera, peor fue quemarla. Pero al final logré que de allí no saliera un picudo vivo.


Bueno amig@s, quería compartir con ustedes mi particular guerra contra el picudo rojo, otra de esas plagas que según las estadísticas entran en este país cada dos años.


Hasta pronto y salud a tod@s.



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